Muchas gracias Presidente por tus amables y sentidas palabras en esta celebración.
Ciertamente es mucho lo que en estos treinta años hemos avanzado gracias a nuestra Constitución. De ahí que, en este importante día para España y para todos los españoles, quiera expresaros, de corazón, mi profunda gratitud y mi calurosa felicitación, pero sobre todo mi orgullo y mi confianza en nuestro futuro como Nación.
Profunda gratitud a los españoles y a sus representantes que, con la mirada puesta en el porvenir, generoso espíritu de pacto y voluntad de concordia, hicieron posible una moderna Constitución, obra de todos y para todos, nacida del más amplio consenso de nuestra Historia constitucional.
Felicitación al pueblo español que, hoy hace treinta años, aprobó en referéndum y por amplia mayoría, una Constitución integradora, máxima garante de nuestros derechos y libertades, que define a España como Estado Social y Democrático de Derecho, con una amplia articulación de nuestra pluralidad y de nuestra diversidad territorial en torno a nuestras Comunidades Autónomas.
Orgullo porque juntos, gracias a ella y a nuestras instituciones, hemos logrado el más largo e intenso período de modernización, progreso, estabilidad y convivencia en democracia y libertad, que nos ha permitido recuperar el papel de España en Europa y en el mundo.
Y plena confianza en nuestra Constitución, como vértice esencial de nuestro presente y mejor instrumento de futuro, para seguir progresando en armónica convivencia conforme a sus reglas, valores y principios, en una España unida y diversa, moderna y cohesionada, cada vez más próspera, y siempre más justa y solidaria.
Confianza en una España que superará los actuales retos con eficacia y generosidad, buscando siempre mayores cotas de bienestar social.
Una España convencida de que, con la unidad de los demócratas y los instrumentos del Estado de Derecho, podrá derrotar para siempre la inaceptable barbarie del terrorismo, culpable de tantas víctimas y del dolor de tantas familias que hoy más que nunca tenemos presentes en nuestro corazón, aún marcados por el vil asesinato en Azpeitia de D. Ignacio Uría.
Señoras y señores,
Hoy celebramos, en suma, ni más ni menos que tres décadas de una gran Constitución para una gran Nación.
Con esa convicción, la Reina y los Príncipes de Asturias se unen a mí en esta sede de la soberanía nacional, para rendir un emocionado homenaje a quienes forjaron y alimentaron los mejores valores de nuestra convivencia, a cuantos dieron su vida por la democracia y la libertad.
Muchas gracias.