En el primer incidente, ocurrido en la localidad de Campinas, 100 kilómetros al norte de la mayor metrópoli brasileña, un perro que andaba suelto acabó con la vida de un jubilado de 86 años que cuidaba del jardín de una escuela.
Los testigos llamaron a los servicios de emergencia, pero no llegaron a tiempo para salvar la vida del hombre. La policía aún no ha identificado al dueño del can.
El otro incidente, que sucedió en el municipio de Andradina, a unos 650 kilómetros al noroeste de São Paulo, otro perro de la misma raza mató a una jubilada de 78 años, identificada como Jacinta Nelato Liberal, informó la edición digital del diario Jornal do Brasil.
Según los vecinos, el ataque duró menos de cinco minutos. El animal escapó de su casa y saltó sobre la mujer que conversaba con un vecino.
El animal mordió a la septuagenaria en varias partes del cuerpo, en especial en el cuello y en el rostro.
El perro pertenecía al nieto de la víctima, que la intentó socorrer, pero la mujer falleció por la intensa hemorragia derivada de las heridas.
El dueño del perro declaró en una comisaría y fue acusado de homicidio en primer grado. El animal fue sacrificado por un veterinario.
Datos de la Fundación Nacional de Salud indican que en Brasil se registran más de 418.000 ataques de perros al año. En el 70 por ciento de los casos, el animal pertenece a la familia de la víctima.
Los recurrentes ataques de estos animales han forzado a los gobiernos regionales a promulgar leyes para su control.
En el estado de São Paulo, solo se permite que los perros de las razas pitbull, rottweiler y mastín napolitano salgan a la calle con correas cortas y con boza
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_664cbe741a82c.jpg "''Segundo Premio' no es una película sobre Los Planetas sino sobre la leyenda de Los Planetas'")
