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Veltroni pide ayuda al votante de izquierdas

Once días para las elecciones italianas: ventaja de Berlusconi

Once días para las elecciones italianas: ventaja de Berlusconi

martes 01 de abril de 2008, 19:13h
A dos semanas de las elecciones en Italia, el líder de la izquierda, el alcalde de Roma Walter Veltroni, trata de reducir la distancia que le separa de Berlusconi en los sondeos. Veltroni ha hecho un llamamiento al electorado de izquierdas para que vote. Al día de hoy, un 30 por ciento de italianos aún no ha decidido a quien dará su papeleta. Entre los que sí se han decidido, la mayoría votaría por Berlusconi, según los últimos sondeos del fin de semana. Saca más de 8 puntos de ventaja a Veltroni.
 La coalición que lidera Silvio Berlusconi, el Pueblo de la Libertad más Liga Norte, obtendría la mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado: en la primera, los puntos porcentuales de diferencia entre los dos bloques son ocho, mientras que los senadores electos en la mayoría pro-Berlusconi serán 167 sobre 315, de los cuales 18 serán de la Liga Norte, que se convertirá en factor determinante para la mayoría. De los otros 148, la previsión es que 130 serán del Partido Democrático (PD, centro-izquierda) que lidera Walter Veltroni, más unos pocos de Italia de los Valores (IdV), el partido del ex fiscal de Manos Limpias Antonio Di Pietro (asociado con el PD), que unos 10 irán a la Izquierda Arcoiris (comunistas y ambientalistas), algunos para la SVP (partido regional del Tirol del Sur) y varios para la Unión de Centro Democrático (UDC, democristiano) que alcanzará el 8% en Sicilia y también en alguna otra parte, pero sin lograr diez senadores.

La diferencia entre ambos sería entre 6 y 8%, según el diario La Reppublica. Otros sondeos colocan la ventaja entre 6.5% y 9.4%. Pero Veltroni asegura que la ventaja de Berlusconi puede erosionarse fácilmente en los últimos días de campaña. Alrededor de 47 millones de italianos deben elegir 630 miembros de la Cámara de Diputados y 315 para el Senado.

Si las previsiones se cumplen, Berlusconi tendría una sólida mayoría en la Cámara de Diputados, donde existe un premio de mayoría, que consiste en darle un número adicional de diputados al partido que obtuvo el mayor número de votos. Sin embargo en el Senado la situación es más complicada, porque los premios de mayoría son por región y si Veltroni logra reducir la ventaja del PDL, no es imposible que Berlusconi tenga que gobernar con una muy precaria mayoría en el Senado, que fue la causa de la caída prematura del Gobierno Prodi.

Por eso el ex-primer ministro del estupendo implante capilar y la sonrisa fotogénica, no se confía y moviliza también a su electorado. En su último mitin en Calabria pedía el voto útil para su partido "el Pueblo de la Libertad". " No votéis a otros partidos de derechas más pequeños, decía. Ese voto va directamente a la basura y además beneficia a la izquierda". Durante una pequeña entrevista telefónica conceduda al telediario a llamado a movilizarse a todos los italianos para que no haya manejos post electorales que alteren el resultado de las urnas. Y ha insistido en la cuestión económica: 'Los problemas del país son muchos. Pesada la herencia dejada por el gobierno Prodi, con crecimiento cero de la economía por culpa de los 40.000 millones de euros de tasas impuestas por Prodi, una inflación en las estrellas, y presiones fiscales sin precedentes'.

La prensa estadounidense encuentra una particularidad en estas elecciones, son las primeras que se asemejan a un duelo entre dos grandes partidos. Veltroni se quiere compara a Obama, y Berlusconi es lo más parecido por edad,. saber y gobierno al senador conservador McCain.

No parece haber otra opción que o bien un gran empresario de 71 años que ya fue dos veces primer ministro. o bien un tibio ex comunista 20 años menor, que parece político de nacimiento y hace de su inacción un arte. No parece despertar mucho entusiasmo entre los votantes. La competencia entre Silvio Berlusconi y el ex alcalde de Roma Walter Veltroni ha sido muy apática comparada con la emocionante campaña del 2006, cuando Berlusconi había estado en el poder durante cinco años y el retiro de las tropas de Irak movilizaba a la opinión pública, opina Stephen Brown, de Reuters.

 "El centro de gravedad, el corazón y el alma de esta maldita campaña electoral aún no llegó (a los votantes indecisos)," se lamenta Pierluigi Bersani, ministro de Industria del Gobierno de centroizquierda cuyo colapso en enero provocó la convocatoria a elecciones anticipadas.

Pero el profesor de política Franco Pavoncello dijo que, a pesar de esto, los italianos se han vuelto "pasivos" desde que tomaron la decisión de abandonar su moneda, la lira, e ingresar en la zona euro hace una década. "Después de entrar en el euro, el país se tomó una especie de vacación nacional y aún no ha vuelto de la playa," dijo. "Esta se ha convertido en una sociedad bastante pasiva."

Frente a un escenario económico sombrío, con una potencial recesión y la mayor inflación en una década, muchos italianos creen que ningún sector político mejorará la situación.   Con plataformas casi idénticas para la elección del 13 y 14 de abril, se especula con que Berlusconi y Veltroni podrían llegar a un pacto si el resultado es demasiado justo. Aunque ha habido 51 gobiernos desde la Segunda Guerra Mundial, a uno por año, la participación de los votantes sigue siendo sorprendentemente alta.

La decisión de Veltroni de ser candidato sin la izquierda dura, sector que contribuyó a la inestabilidad del mandato de Romano Prodi, privó a Berlusconi de una figura comunista que podría espantar a los italianos católicos. Y por su parte, Berlusconi ha tenido un particular tacto en la campaña.

Todavía no se sabe si habrá duelo televisado en los últimos días de campaña entre los dos candidatos favoritos. Mientras que Veltroni se ha mostrado claramente partidario, Berlusconi rehuye una cita ante las cámaras debido a la normativa vigente que rechaza, lo que para el ministro de comunicaciones Paolo Gentiloni: es una simple disculpa para ocultar 'que tiene miedo'.  Quien aconseja a Berlusconi aceptar el duelo es su aliado Umberto Bossi, el líder de la Liga Norte: 'Berlusconi vencería con facilidad, es más simpático, y cuando sale por televisión no habla de política'.

El famoso director del programa Matrix, Enrico Mentana, todavía confía en tener a ambos, aunque sea por separado, en su emisión del 11 de abril. Pero Berlusconi está manteniendo en esta campaña un perfil marcadamente bajo, con escasas comparecencias. El senador de Forza Italia Renato Schifani, atribuye la negativa de Berlusconi a 'los límites de la ley vigente', pero Pietro Fassino, antecesor de Veltroni al frente de la izquierda, afirma: 'el duelo al final se hará, me parece que en estos momentos están madurando las conversaciones para fijar día y hora de un encuentro no sólo deserable sino inevitable'.

El diario Avvenire, portavoz de la conferencia episcopal italiana, ha escrito: 'El balance de la primera parte de la campaña electoral, es desconcertante incluso para los entendidos',  y llama a los candidatos a centrarse en los asuntos reales: 'para restringir la abstención no sirve divagar, ideologizar y gritar más que el otro. Mejor comenzar de una vez a hablar claro'.

UNAS ELECCIONES ESPECIALES

Dicen que Berlusconi y Veltroni se han puesto de acuerdo para reforzar el bipartidismo. El espectro político italiano, para estas elecciones, ha cambiado considerablemente. Durante los últimos lustros, se enfrentaban en las elecciones dos coaliciones, la centro-derecha y la centro-izquierda, integradas ambas  por múltiples partidos. El equilibrio relativo entre la coalición ganadora y la perdedora, que producía, especialmente en el Senado, unas precarias mayorías, daba a los partidos más pequeños y hasta a senadores individuales, el poder de provocar crisis de gobierno. En estas elecciones,  la formación de dos grandes nuevos partidos ha dado más estabilidad al dominio bipartidista: el Pueblo de la Libertad ( PDL), de centro-derecha, dirigido por Silvio Berlusconi, funde Forza Italia, el original partido de Berlusconi, con Alianza Nacional, de Gianfranco Fini, y mantiene su alianza con la Lega Norte de Umberto Bossi. Y el Partido Democrático (PD) , liderado por Walter Veltroni, el alcalde de Roma, fusiona los dos mayores partidos de la coalición de centro-izquierda: los ex post-comunistas del PDS  y la Margarita de Rutelli.

PDL contra PD, centro-derecha y centro-izquierda. Más a la izquierda, la coalición Arco Iris, formada por los dos partidos comunistas de Bertinotti y Cossiga, más Los Verdes. Y más a la derecha, aunque dicen que son centristas, la UDC, la Unión del Centro, los demócrata-cristianos dirigidos por Pierferdinando Casini, quien integraba la coalición de centro-derecha, pero que no aceptó el ultimátum de Berlusconi de fusionarse en el nuevo PDL o quedarse fuera de la alianza electoral. En las encuestas, tanto el Arco Iris como la UDC, rondan alrededor del 7% a nivel nacional.

Es muy probable que, después de las elecciones, Berlusconi y Veltroni se pongan de acuerdo para modificar el sistema electoral y consolidar definitivamente un sistema bipartidista que deje fuera a los pequeños. Los italianos lo ansían, ahora que los españoles nos lo replanteamos. Todo es buscar el más fiel reflejo posible de la realidad en las instituciones políticas, un empeño pendiente todavía aún en las democracias más asentadas.
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