Rifirrafe en el Congreso: varios diputados no pudieron votar

         Al inicio de la sesión de este 'pleno escoba' en el Congreso, el presidente José Bono advirtió que la votación del Proyecto de Ley Orgánica de modificación de la Ley 8/1980, de 22 de septiembre, de financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), y de la Proposición de Ley de modificación de la Ley 22/2001 reguladora de los Fondos de Compensación Interterritorial comenzaría hacia las diez de la mañana. Con este aviso, Bono quería evitar situaciones como la que, sin embargo, se produjo.

         Resulta que iniciada la votación hacia las 10.20 horas, una docena de diputados -al parecer, diez del PP y dos de CiU- se encontraron con las puertas del hemiciclo cerradas porque había comenzado la votación. Los diputados se mostraron indignados porque -alegaban- se había producido un mal funcionamiento de algunos ascensores.

         Lo cierto es que el hecho de que estos diputados no votaran no influía para nada en el resultado de la votación: el proyecto contó con 193 votos a favor, una mayoría más que absoluta. No obstante, un ujier avisó a Bono de la situación y el presidente ordenó abrir las puertas, con lo que los diputados 'tardones' pudieron entrar y participar en el resto de las votaciones.

         Sin embargo, ahí no terminaron las incidencias. Dado que se trataba de la modificación de la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de financiación de las Comunidades Autónomas, el hecho adquiría máxima importancia, dado que el PP se viene oponiendo a la modificación planteada por el Ejecutivo. En este punto había que votar, en primer lugar, numerosas enmiendas introducidas en el Senado, y ahí fue donde se produjo el error.

         Una par de enmiendas introducidas por CiU no fueron votadas, pero, sin embargo, sí se votó el conjunto del texto, que fue aprobado por una mayoría absoluta similar a la anterior. CiU protestó y el presidente del Congreso ordenó entonces votar esas enmiendas, las cuales fueron rechazadas por la mayoría del Pleno.

         En ese momento, la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, tomó la palabra para exigir que, si se votaban las enmiendas de CiU, debería volverse a votar todo el proyecto. Así lo entendió también José Bono, pero motivó la reacción del portavoz socialista, que planteó que no se podía votar un mismo texto dos veces, dado que las enmiendas de CiU habían sido rechazadas y, por lo tanto, no influían en el texto votado.

         Se organizó un pequeño rifirrafe parlamentario al que el presidente Bono puso fin reuniendo a los portavoces de todos los grupos parlamentarios. Calmados así los ánimos, se procedió a la segunda votación del texto completo, que volvió a ser aprobado con la misma mayoría absoluta.