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El Tratado de Lisboa entra en vigor

martes 01 de diciembre de 2009, 12:15h

Por fin ha llegado el ansiado día 1 de diciembre de 2009, histórico para los 500 millones de ciudadanos europeos. Comienza una nueva y esperanzadora etapa en el Proceso de la Unión Europea. Recoge la experiencia de los anteriores cinco Tratados que han jalonado la marcha de integración pacífica europea durante los últimos 60 años. ¿Cómo ha sido esta? Lo dijo Robert Schuman en su Declaración de 9 de mayo de 1950, ante más de 200 periodistas, para junto a Jean Monnet (sentado a su derecha durante el discurso) presentar la que es considerada como la primera propuesta oficial para la construcción de una Europa integrada «Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho. La agrupación de las naciones europeas exige que la oposición secular entre Francia y Alemania quede superada, por lo que la acción emprendida debe afectar en primer lugar a Francia y Alemania.»

            Tras los seis miembros fundadores: Bélgica, Luxemburgo, Alemania Occidental, Francia, Italia y Países Bajos, no han cesado las ampliaciones:

  • Primera, 1973; Dinamarca, Irlanda, Reino Unido.  Nueve países.
  • Segunda, 1981; Grecia, Diez países.
  • Tercera, 1986: España y Portugal. Doce países.
  • Cuarta, 1995; Austria, Finlandia y Suecia. Quince países.
  • Quinta, 2004: Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y República Checa. Veinticinco países.  
  • Sexta, 2007: Bulgaria y Rumania. Veintisiete países.
  • Séptima, ya existen candidatos, entre ellos Turquía, Croacia e Islandia, entre otros.

            La Comisión Europea ha explicado la finalidad del Tratado de Lisboa con estas palabras. Tras decenios de guerras que costaron la vida de millones de personas, la creación de la UE supuso el inicio de una nueva era en la que los países europeos habrían de solucionar sus problemas mediante el diálogo y no por las armas. En la actualidad, los miembros de la UE disfrutan de abundantes beneficios. La UE tiene el potencial para enfrentarse a los desafíos planetarios que tiene planteados y el compromiso de hacerlo, pero solo podrá conseguirlo si mejora su forma de trabajar. Ese es el objetivo del Tratado de Lisboa, que hace que la UE sea democrática, eficiente y transparente, al tiempo que da a los ciudadanos y a los Parlamentos más información sobre lo que ocurre en la Unión y dota a Europa de una voz más clara y más fuerte en el mundo, protegiendo asimismo los intereses nacionales.

El Tratado de Lisboa inicia su andadura – sin prisas pero sin pausas – desde una base de partida que la valora en estos términos: “En la actualidad, los miembros de la UE disfrutan de abundantes beneficios: un mercado libre con una divisa que facilita el comercio y lo hace más eficiente, la creación de millones de puestos de trabajo, la mejora de los derechos de los trabajadores, la libre circulación de personas y un medio ambiente más limpio”.

Y pretende, en primer término, alcanzar los siguientes objetivos y Valores humanos: paz, democracia, respeto de los derechos humanos, justicia, igualdad, Estado de Derecho y sostenibilidad.

El Tratado establece que la Unión Europea:

  • Ofrecerá a sus ciudadanos un espacio de libertad, seguridad y justicia sin fronteras interiores.
  • Obrará en pro del desarrollo sostenible de Europa basado en un crecimiento económico equilibrado y en la estabilidad de los precios, en una economía social de mercado altamente competitiva, tendente al pleno empleo y al progreso social, y en un nivel elevado de protección del medio ambiente.
  • Combatirá la exclusión social y la discriminación y promoverá la justicia y la protección sociales.
  • Fomentará la cohesión económica, social y territorial y la solidaridad entre los Estados miembros.
  • Mantendrá su compromiso con la unión económica y monetaria, con el euro como moneda.
  • Afirmará y promoverá sus valores en sus relaciones con el resto del mundo y contribuirá a la paz, la seguridad, el desarrollo sostenible del planeta, la solidaridad y el respeto mutuo entre los pueblos, el comercio libre y justo, y la erradicación de la pobreza.

Algunos de estos conceptos parecen hoy Utopías pero otros ya son una realidad. El nuevo concepto de Utopía ya no es irrealizable como el anterior, ahora se define como: Un plan o proyecto que parece irrealizable en el momento de su promulgación.

 

  Presidencia Española de la UE. Conveniencia de visualizar su actuación.

Ya he señalado con anterioridad, la “Especial trascendencia y responsabilidad que para España supone asumir la Presidencia de la Unión Europea el 1 de enero de 2010, para poner en práctica el Tratado de Lisboa. Importante asunto de Estado, en el que todos los Partidos Políticos españoles deben ser concientes de que esta misión internacional va a ser contemplada por los 26 socios con especial curiosidad. Está en juego nuestro prestigio de país con capacidad de gestión internacional. Será necesario el esfuerzo colectivo a realizar por políticos y ciudadanos, para obtener un resultado positivo”.

            Los políticos españoles, han aceptado que el tema es un Asunto de Estado, y durante seis meses deben trabajar unidos en una sola dirección, para comenzar a poner en obra los objetivos y valores humanos proclamados en el Tratado de Lisboa.

            El Secretario de Estado para la Unión Europea, del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Diego López Garrido, nos ha dado a conocer el contacto que tienen con el Gobierno sueco para saber en que situación real se encuentra cada uno de los asuntos que ellos han dirigido durante este último semestre. Y también las prioridades que adoptará España.

            A pesar de las discrepancias sonoras entre el PSOE y el PP en estos últimos tiempos, el sentido común se ha impuesto ante la realidad política. El 20 de noviembre de 2009 se firmó un pacto llevado a cabo por Elena Valenciano, del PSOE y Jorge Moragas del PP. Estos son los acuerdos alcanzados:

·        La lucha por la recuperación económica y el impulso de un modelo de crecimiento medioambiental y financieramente sostenible, para la creación de empleo de calidad.

·        El avance de la ciudadanía europea en un marco de libertad y de igualdad entre hombres y mujeres.

·        El fortalecimiento del espacio de libertad, seguridad y justicia, en especial en la lucha contra el crimen y el terrorismo organizado.

·        La consolidación de políticas eficaces y solidarias en materia de inmigración y asilo.

·        El impulso de Europa como actor global; la defensa de los derechos humanos y la erradicación de la pobreza en el mundo.

·        Lucha contra el cambio climático y defensa de la agricultura y pesca.

El Gobierno ha hablado de austeridad ante la crisis: no regalar insignias, corbatas, banderas, etc., como en otras ocasiones anteriores para divulgar la imagen del país de la Presidencia Europea. No obstante, creo sería muy necesario y conveniente que no pase la Presidencia desapercibida para la población. Por el contrario, España debe mostrar a los 26 socios su entusiasmo por Europa que tanto nos ayudó durante los años de la Transición Política, y lo que nos puede ayudar en el futuro. Me gustaría que la Presidencia española fuera recordada como la que tuvo un mayor Apoyo Popular Europeo, Público, Solidario y Activo, por parte de los españoles. Podría constituir una referencia de futuro.

A su vez, el ministro Miguel Ángel Moratinos escribió en un artículo titulado “Un gran paso adelante” (El País, 13-11-2009), que el Tratado de Lisboa tiene las bases para que Europa construya una verdadera Política Exterior, así como una Política Europea de Seguridad y Defensa. Que la UE es la histórica de un éxito y de la proyección de la Paz y la Prosperidad internas hacia el exterior. Y que la UE es un actor global por los objetivos que quiere alcanzar, por las políticas de desarrollo que lleva a cabo y por los medios empleados para conseguirlo.

            Y el pasado jueves 26 se ha rubricado en el Congreso una proposición no de ley entre cuatro partidos políticos: PSOE, PP, CIU, y PNV, para que la Presidencia Española pueda sentar las bases de la recuperación económica.

            Para lograr estos objetivos existen profesionales especializados como los directores de comunicación o “dircom”, que se preocupan con éxito de crear una opinión favorable de sus empresas. Ahora, se trataría de que algunos “dircom”, por encargo de sus directivos de empresas, apoyaran los 6 meses al Gobierno, y de una forma altruista y coordinada, colaboraran con él, en relación a la política de comunicación a seguir para lograr ese objetivo positivo. Esta cooperación de las más grandes empresas con el gobierno sería una reciprocidad de las ayudas que el Gobierno va a prestarles durante la crisis, según ha anunciado el Presidente del Gobierno.

            En cuanto a los ciudadanos españoles durante el primer semestre del año 2010, considero que las tres actividades existentes de euroentusiastas, euroindiferentes y euroescépticos, se mostraran unificados en sus actividades, es decir, que actuaran sólo como ciudadanos europeos en apoyo del Gobierno que nos representa a todos.

            Como ciudadano europeo y español me gustaría que la Presidencia Española, además de los temas que tiene la responsabilidad de desarrollar, en relación a los ciudadanos, tratara de conseguir el Documento de Identidad Europeo, con datos que puedan salvar la vida del usuario: Grupo sanguíneo, alergias, enfermedades importantes que haya tenido, etc.  

            Algunas de estas medidas podrían ayudar a conseguir que nos sintamos más europeos.

  Fernando De Salas López Periodista y Politólogo
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