Terror entre el empresariado

Las ya famosas siglas de L.B., que según Luis Bárcenas no corresponden a él, siguen de moda. Y creando cierto terror entre empresarios que pueden sospechar que el tesorero del PP, para salvarse, haya dado nombres al juez Monterde del Tribunal Supremo al que acudió a declarar este miércoles. Al menos cuatro empresarios, cuatro, y un abogado -cuyos dos apellidos sí responden a esas siglas- y que han estado relacionados con el PP están intranquilos, muy intranquilos porque pueden salir en los papeles de un momento a otro.

El supuesto chivatazo de Bárcenas -que parece haber soltado toda la tinta del calamar y sobre el que muchos piensan que realmente L.B. es él- se ha convertido en un acertijo, en un jeroglífico no muy agradable en la sede central del PP. Un partido que, por cierto, no envió a ningún dirigente a acompañar al Supremo a su tesorero, quien a la vez se está ganando muchos enemigos.

Pero las incógnitas son aún superiores, dado que en los papeles llegados al Supremo aparecen las siglas “L.”, “L. B.” y “Luis el Cabrón”, que parece que responden a tres personas distintas. De ahí la confusión.

Al parecer, Bárcenas se ha chivado de Luis Delso (presidente de Isolux) como el nombre que corresponde a “Luis el Cabrón”, según recoge en portada el diario El Mundo, y niega que “L. B.” sea “Luis Bárcenas”, sino que correspondería, según el diario El País, a Lucas Bagchu, un empresario conectado, al parecer, con el gran jefe de la trama, Francisco Correa. Sin embargo, hay que añadir que el empresario Luis Delso ya ha anunciado que emprenderá acciones legales contra aquellos que vinculen su nombre con la trama corrupta de Correa.

Otras fuentes cercanas al propio Bárcenas señalan a este diario e-Xclusivo que “L.” y “L. B.” pueden corresponder a un empresario valenciano, Luis B., no muy bien visto por Bárcenas y que tiene muchos problemas ahora con la Justicia y con Hacienda.

Nosotros no revelaremos el nombre del valenciano “Luis B.” porque nos parece de cierta irresponsabilidad y falta de deontología periodística publicar estos nombres -y más, en portada-, como ha hecho este jueves un diario escrito que se caracteriza por estas cosas. En fin, que las siglas van a seguir dando mucho que hablar para distracción de algunos y terror de otros.

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