“Esta noche anuncio que la misión de combate en Irak ha concluido. La operación Libertad Iraquí ha terminado, y ahora los iraquíes deberán asumir la responsabilidad de brindar seguridad a sus propios ciudadanos”. Con estas palabras
Barack Obama anunció este martes el final de la misión de combate de Estados Unidos en Irak, dijo que en todo caso todavía queda mucho por hacer y reiteró que ahora los esfuerzos militares se centrarán en Afganistán.
Con un discurso desde el Despacho Oval recién remodelado para la ocasión el actual inquilino de la Casa Blanca pudo cumplir una de sus mayores promesas de campaña. “Con este capítulo destacable de nuestra historia hemos cumplido nuestra responsabilidad y ahora ha llegado el momento de pasar página”, afirmó el presidente, que en todo caso aclaró que su “misión central” sigue siendo impulsar la recuperación económica y fomentar la creación de empleo.
Con cierta dosis de solemnidad, el presidente habló de un “momento histórico” que debe recordar al resto del mundo que EEUU está dispuesto a “mantener y reforzar” su liderazgo, aunque evitó el tono triunfalista de aquel “misión cumplida” que lanzó George W. Bush unas semanas después del inicio de la invasión. Eso sí, confió en que de las “cenizas de la guerra” resurja un nuevo comienzo para Irak, que pasa en primer lugar por formar un gobierno de coalición meses después de las elecciones.
Obama recordó que la guerra ha supuesto “enormes sacrificios” para su país y poner fin a ella interesa tanto a Irak como a EEUU, tras lo cual aseguró que ahora su misión central y su tarea más urgente es impulsar el crecimiento y fomentar la creación de empleo. Durante estos años se destinaron ingentes cantidades de dinero para la guerra a pesar de que en casa los estadounidenses debían afrontar la crisis con presupuestos mucho más pequeños.
El presidente tuvo palabras amables para su antecesor en el cargo, con quien horas antes de hablar a la nación tuvo oportunidad de llamar por teléfono para hablar del nuevo escenario en Irak. Una vez que se ha dado por concluida la Operación Libertad Iraquí ahora comienza una nueva etapa de transición con la operación Nuevo Amanecer: unos 50.000 soldados permanecerán en el país árabe para colaborar en tareas de adiestramiento y operaciones antiterroristas hasta su retirada definitiva a finales del 2011.
Obama habló de una guerra iniciada en el 2003 “para desarmar a un estado” -siete años y medio después sigue sin haber ni rastro de las armas de destrucción masiva- que dio paso a una “lucha contra la insurgencia”, que terminó costando a la vida a más de 4.400 soldados estadounidenses, heridas a más de 31.000 militares y un sangriento balance de víctimas civiles iraquíes que supera los 100.000, según datos de diferentes organizaciones independientes.
Cumplida su promesa de terminar la misión de combate en Irak, el Ejército podrá centrarse en el otro de los grandes frentes que tiene abierto desde el 11-S, Afganistán. “Destruiremos, desmantelaremos y derrotaremos a Al Qaeda, al tiempo que evitaremos que Afganistán siga siendo una base para los terroristas”, dijo desafiante el presidente, quien recordó que muchos de los líderes de la red terrorista de Osama Bin Laden se mueven a sus anchas por la frontera con Pakistán.
Tampoco faltaron muestra de gratitud a los combatientes y veteranos de guerra, gracias a los cuales, dijo el presidente Obama, los estadounidenses pueden seguir disfrutando de su libertad. “Aunque el país tenga que seguir navegando por aguas turbulentas, ellos nos dan la confianza necesaria para saber que el camino elegido es el correcto, y que a pesar de la oscuridad todavía quedan días mejores por venir”.
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