“Los privilegios excesivos mantenidos durante años son difíciles de erradicar; hay que tener mucha determinación”. Lo dijo Zapatero en el turno de réplica en el Pleno del Congreso que debate sobre la crisis aérea del pasado fin de semana y la promulgación del estado de alarma. Previamente, Zapatero había escuchado a todos los portavoces parlamentarios, que, con la excepción de los grupos minoritarios de la izquierda real, apoyaron la medida del Gobierno, aunque con matices.
Pero en su réplica, Zapatero estuvo de una contundencia extraordinaria, atacando los privilegios desmesurados de los controladores aéreos y afirmando la determinación del ejecutivo de acabar con una situación de ‘chantaje permanente’ por un grupito de personas que se niegan a acatar las leyes basándose en su poder para detener el tráfico aéreo. Zapatero, así, se ratificó en toda su actuación anterior: “El Gobierno se ratifica plenamente sobre la constitucionalidad y pertinencia del estado de alarma” y anunció que su mantenimiento y posible petición de prórroga se hará en función de que la situación se normalice por completo y que quede absolutamente garantizado el tráfico aéreo durante todas las Navidades.
Algunos datos dado por Zapatero son realmente incuestionables: el ratio de operaciones por controlador aéreo al año era de 766 en 1999; ahora, en 2010, ese ratio por controlador/año es de 708. Es decir, que no pueden alegar que tienen más trabajo que antes, sino menos.
Segundo dato incuestionable: que a partir de 1999 -con la firma de aquel convenio- trabajaban las mismas horas que tienen que trabajar ahora, sólo que aquel convenio les permitía trabajar 1.200 horas anuales a “precio normal” y el resto a un precio triple del normal. Luego, no es una ‘huelga salvaje’ porque les hayan aumentado las horas, sino porque han racionalizado el precio de las mismas: “Éste es el problema [de los controladores]”, dijo Zapatero.
Tercer dato, absolutamente preocupante: después de la sentencia de la Audiencia Nacional que tiraba por tierra todos los planteamientos de ‘privilegios’ de los controladores, esto empezaron a hacer una lectura restrictiva del decreto de febrero por el que se normalizaba la situación, y empezaron a contar como horas trabajadas aquellas que no lo habían sido. El Gobierno sabía –lo ha reconocido Zapatero- que desde finales de noviembre los controladores se habían confabulado y que habían empezado a iniciar el conflicto de cara a las Navidades.
Así, según el peculiar cómputo de horas de este colectivo, en las Navidades llegaríamos al siguiente nivel de ausencias en los grandes aeropuertos españoles: el 39 % de los controladores faltarían en Barajas; el 8 % en Canarias; el 11 % en Mallorca y hasta 153 controladores (casi el 80 %) no trabajarían en Torrejón de Ardoz. “El Gobierno hizo lo que tenía que hacer: ejerció con gran responsabilidad para que los controladores supieran lo que no tenían que hacer”, dijo Zapatero, porque “el Gobierno sabía que ésa era la cadencia: empezaban en Santiago pero seguían con sucesivas bajas por una interpretación sesgada de los horarios”.
Ante esa situación, el Gobierno actuó “no con imprevisión, sino con determinación” y lo que hizo “es definitivo para poner orden en el sector de los controladores aéreos”.
Rajoy rebate los datos de Zapatero
Las detalladas explicaciones que ofreció el presidente del Gobierno en su réplica sobre los motivos por los que el Gobierno tuvo que tomar una medida tan extrema como decretar el estado de alarma, no convencieron a Mariano Rajoy que siguió en su ‘trece’ e insistió en sus argumentos de responsabilizar al ministro de Fomento de haber llegado a la situación actual con este colectivo. Eso si, manteniendo su estrategia de que los controladores fueron en ultima instancia los culpables del caos e insistiendo en que “el PP le ha apoyado, como usted bien sabe, en público y en privado”. Y todo pese a que “como ha dejado dicho aquí el señor Durán i Lleida, cosa que le agradezco”, el PSOE les acusara de haberse reunido con miembros del sindicato de controladores para inducirles a ponerse en huelga.
Rajoy, en su réplica, volvió a cargar contra “la dejadez” del Gobierno y reiteró que desde que el convenio del sector acabó en 2004, el Gobierno socialita “no ha hecho nada. Ni en 2005, ni en 2006, ni en 2007, ni en 2008 ni en 2009. Nada”.
El líder de la oposición intentó rebatir también las cifras que minutos antes había esgrimido Zapatero sobre el número de plazas convocadas para la formación de nuevos de controladores, el incremento del tráfico aéreo en estos seis años y el reparto que debe asumir cada controlador en los aeropuertos españoles, muy diferentes a los que asegura el presidente.
Asimismo, y tras lamentar que no les avisaran de la situación que se estaba organizando ni les consultaran las medidas que iban a poner en marcha, Rajoy volvió a insistir en que el PP siempre ha apoyado los decretos del Gobierno pero lamentó que Blanco nunca haya comparecido en el Congreso cuando así se lo ha pedido el PP ante situaciones conflictivas provocada por el sector.
“Usted deja todo para el último día y así pasa lo que pasa y los ciudadanos se quedan en la situación que se quedan”, reiteró el líder del PP, cuyo discurso fue muy criticado luego por los diputados del PSOE en los pasillos del Congreso.
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