La distancia respecto a los dos grandes países comunitarios, Alemania y Francia es bien patente desde el momento en que han iniciado la recuperación. La economía germana creció un 3,6% en el conjunto del año y la francesa, un 1,5%. En el caso de Alemania, la contracción había sido mucho más pronunciada en el peor año de la recesión, 2009, pero Francia se mantuvo durante ese ejercicio con descensos más modestos que el español (-3,7%).
La media anual de 2010 deja a España en el grupo de cinco países que aún no han abandonado las caídas de PIB. La más pronunciada se ha producido en Grecia (-4,5%), seguida de Rumanía (-1,8%), Irlanda (algo inferior al -1%, a falta de conocer los datos del último trimestre) y Letonia (-0,4%). España es el país que más cerca está de la recuperación, tras cerrar 2010 con un descenso de una décima interanual de PIB.
La comparación de PIB no es la única que retrata los desequilibrios de la economía española. 2010 fue el primer año en que el crecimiento económico resultó más adverso que en el entorno europeo, pero otro indicador fundamental de la economía, el desempleo, lleva muchos años con peor desempeño que la media. La tasa de paro española (20,3%) duplicó en 2010 la comunitaria (9,6%) y, sin una brecha tan pronunciada, ha venido sucediendo lo mismo en los últimos 20 años.
El desempleo español superó el comunitario al menos desde 1990, año en el que Eurostat arranca su serie comparable. El año en que España más cerca ha estado de la media europea fue en 2006, cuando el paro alcanzó un 8,5%, solo tres décimas más que en la media europea. Una distancia aun inferior se produjo un año antes respecto de la media de la zona euro (9,2% en España frente al 9% del club del euro).
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