La culpa es del otro

   La consigna desde filas socialistas es esta: hay una operación de la derecha cuestionando el liderazgo de Zapatero y el que vaya a ser el candidato en las próximas generales.

   La verdad es que yo creo que se equivocan. No digo que al PP no le venga bien echar leña al fuego, pero ese fuego lo han encendido las encuestas, la última la publicada el pasado fin de semana en el diario El País, en la que se daban cifras serias sobre lo que piensan los ciudadanos del presidente, de cómo muchos creen que no debería de repetir y como otros, sobre todo los votantes socialistas, creen que se debería de abrir un debate sobre su sucesión.

   Pero en la política española lo habitual es que cuando un partido tiene dificultades eche la culpa a los adversarios en vez de analizar sus propios errores.

   Ya he escrito que en mi opinión las encuestas son indicativas de un estado de opinión pero en ningún caso una foto fija y que faltan dos años para las generales y ese tiempo, en política, es una eternidad. De manera que aunque hoy Zapatero sea percibido como un problema y no una solución a los problemas por parte del electorado no significa que esa opinión se vaya a mantener dentro de dos años. Aún así, el PSOE, en vez de revolverse y empezar a buscar culpables de lo que los ciudadanos expresan en los sondeos, deberían de hacer una reflexión de por qué esto es así.

   Echar la culpa a los otros es muy sartriano, ya sabemos, el infierno son los demás, y muchas veces es así, pero de vez en cuando hay que pararse a pensar en que nos hemos equivocado. Y que conste que soy de quienes creen que Zapatero es todo menos débil, que detrás de su risa blanda se esconde un hombre frío, de los que no les tiembla el pulso. De manera que si la oposición comete el error de dar por derrotado a Zapatero se equivocará porque el presidente tiene tiempo sobrado para maniobrar. Vamos, que no creo que ni él ni los suyos se vayan a estar quietos, y buscarán y rebuscaran dónde dar fuerte al PP, todo menos dejarse arrebatar el poder.

   Ahora bien, también pienso que el presidente no ha sido capaz de gobernar para todos, que ha dividido a la sociedad, que ha creado más problemas de los que ha resuelto y que ha metido a nuestro país en unas derivas, como las reformas de los estatutos, especialmente el catalán, que están provocando una crisis política e institucional innecesarias. Y todo eso pasa factura.

   Seis años de gobierno han demostrado que el famoso "talante" ha quedado en impostura y que nuestro presidente es bastante sectario y doctrinario. Pero también creo que si el PSOE y el propio Zapatero fueran capaces de girar, de centrarse, de corregir errores, volverían a ganar las elecciones porque en este país hay una mayoría social de izquierdas. Pero eso sí, ser de izquierdas no significa tener que votar porque si al PSOE y a Zapatero, eso es lo que los dirigentes socialistas deben de analizar por qué sus propios votantes les están cuestionando y muchos abandonando. Si son capaces de darse una respuesta entonces volverán a ganar.