Aguilera, de 30 años, y Bratman, de 33, acordaron la custodia compartida de su hijo en los documentos presentados ante los tribunales el miércoles por los que el aún marido de la artista renunciaba al hogar conyugal.
La pareja tenía firmado un contrato prematrimonial por el que se estipulaban las condiciones de una futura separación, si bien Bratman habría obtenido algunos beneficios extra en el divorcio.
Aguilera presentó la demanda de divorcio el pasado mes de octubre, aunque llevaban separados desde el 11 de septiembre.
La cantante apeló a “diferencias irreconciliables” para poner fin a su relación con Bratman, pidió la custodia legal de Max y reclamó entonces que los ingresos generados por ella durante su tiempo con su marido fueran considerados exclusivamente de su propiedad.