Los jóvenes españoles son más tolerantes que sus padres, pero menos maduros

La tolerancia con respecto a la homosexualidad, el aborto, la eutanasia y la selección genética con fines terapéuticos se afianza entre la juventud. En lo relativo a la participación política, el informe asegura que la juventud española reconoce la importancia de la participación política a través del voto, pero que no utiliza su derecho por "falta de motivación y de identificación" con las formaciones políticas actuales. Tan sólo el 23 por ciento de los jóvenes afirma que está interesado en la política y la mayoría de ellos se identifican con partidos de izquierdas, mientras que el 45 por ciento considera que la sociedad necesita "cambios profundos", sobre todo para disminuir las desigualdades, el paro y mejorar la sanidad y la educación.

El 13 por ciento de los jóvenes que viven en España son extranjeros y los principales países de los que proceden son Marruecos -16 por ciento-, Rumanía -14 por ciento-, Ecuador -12 por ciento- y Colombia -6 por ciento-. La distribución de la población joven es desigual en las distintas comunidades autónomas: las que tienen mayor densidad de jóvenes son Andalucía -19,5 por ciento-, Cataluña -15,5 por ciento- y Madrid -13,4 por ciento-, donde vive casi la mitad de esta población. En cuanto al trabajo, en 2006, siete de cada diez jóvenes tuvo un empleo y el tiempo medio para conseguirlo fue de 5,7 meses. La edad media en la que los jóvenes tienen su primera experiencia laboral es a los 18 años. Y es que simultanean los estudios con el trabajo.

El 48 por ciento de los jóvenes que trabaja tiene un contrato temporal, el 40 por ciento uno indefinido y el 9 por ciento son trabajadores autónomos. La mitad de la población joven -51 por ciento- sigue viviendo en el domicilio familiar y el 42 por ciento ya se ha establecido de forma independiente -para constituir su familia mayoritariamente-, aunque el INJUVE reconoce que un "número importante" de este grupo necesita ayuda económica. Tan sólo el 23 por ciento de los jóvenes españoles considera que la religión tiene una importancia vital -frente al 23 por ciento de 2003- y cuatro de cada diez españoles entre 18 y 34 años pertenece a alguna asociación u organización. Aquellos jóvenes que no participan en estas actividades lo justifican por falta de tiempo -34 por ciento- o porque "no se lo han planteado seriamente".