La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró este jueves que “toda España fue una gigantesca Puerta del Sol, unida en la defensa de la libertad”, tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, el concejal de Partido Popular en Ermua que la banda terrorista ETA secuestro y asesinó a tiros el 12 de julio de 1997, en Lasarte (Guipúzcoa). Aguirre hizo estas declaraciones en el emotivo acto que se celebró esta mañana en la Real Casa de Correos, para la conmemoración del décimo aniversario del Foro de Ermua.
Aguirre afirmó que los diez años de existencia del Foro de Ermua significan también “diez años de rebelión cívica contra la dictadura del terror, contra los terroristas y contra quienes los respaldan, alientan o justifican”. También aseveró que esta iniciativa ciudadana, en su primera década de vida, simboliza “la lucha contra la indiferencia, contra la equidistancia, contra la resignación frente a la mayor amenaza de nuestra
democracia y de nuestras vidas, porque todos somos los amenazados de ETA por el simple hecho de ser españoles y de creer en la libertad”.
En el acto intervinieron el presidente del Foro de Ermua, Iñaki Ezquerra, la hermana de Miguel Ángel Blanco y presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, María del Mar Blanco, el eurodiputado y ex ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja y la hermana de Ramón Baglietto, asesinado por ETA, Nieves Baglietto, entre otras personalidades.
Además, acudieron al evento la presidenta del PP vasco; María San Gil, el secretario de Libertades Publicas del PP, Ignacio Astarloa; y el presidente de Ciudadans, Albert Riera, junto a una nutrida presencia de dirigentes populares y miembros Ejecutivo regional, como el consejero de Presidencia e Interior, Francisco Granados.
La presidenta madrileña también resaltó que el Foro de Ermua encarna “diez años de lucha contra el olvido y el silencio” que durante mucho tiempo rodearon a las víctimas del terrorismo.
Durante su intervención, la jefa del Ejecutivo madrileño confesó
haber revivido este jueves por la mañana, mientras escuchaba a quienes le precedieron en tomar la palabra “las imborrables emociones de aquel mes de julio de 1997, cuando se produjo el secuestro y el asesinato de Miguel Ángel Blanco”.
Aguirre recordó la marea de solidaridad tan multitudinaria, “como jamás se había vivido en España. Los españoles en masa se pusieron al lado de sus representantes democráticos y de su Gobierno para decir no al chantaje terrorista”. Nació, en ese momento, el “espíritu de Ermua” que la presidenta de la Comunidad de Madrid definió como “un grito de unidad y de rebeldía contra los terroristas”.
Defender la libertad y no abandonar a las víctimas
La titular del Ejecutivo regional destacó que en esas jornadas se manifestó “la energía de la Nación española en su decidida actitud de defender la libertad y de no abandonar nunca a las víctimas del terrorismo”. Es más, Aguirre defendió que la tarea del Foro de Ermua en estos diez últimos años “es ejemplar por su coraje y su dignidad” y dijo que este colectivo “han sabido estar a la altura del sacrificio de Miguel Ángel Blanco y que hacen todo lo que está en sus manos para saldar la deuda con todos los que han pagado con su vida el precio de nuestra libertad”.
A su vez, Aguirre aseguró que voces como las del Foro de Ermua, “nos han ayudado a sostener en lo más alto la antorcha de la libertad y en reafirmar nuestra voluntad de vencer el terrorismo con la fuerza del Estado de Derecho”.
La presidenta madrileña también recordó a José Luis López de Lacalle, miembro fundador del Foro de Ermua, asesinado por ETA tres años después de su creación, quien escribió: “En la oscuridad emerge el faro alumbrado del Foro de Ermua”. “Y ese faro --afirmó Aguirre-- nos recuerda que la primera condición para hacer frente al terrorismo es la firmeza en la defensa de la libertad y la conciencia de la superioridad
moral de los demócratas”.
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