Los afortunados catecúmenos de esta liturgia laica, olorosa y flamígera que concelebra en el Bogui Jazz, siempre con una programación de máximo nivel, de Puerta Grande, están de doble enhorabuena porque junto al genial Marco Mezquida hará el paseíllo, en una segunda parte del concierto, otro extraordinario músico, el batería Michel Olivera. O sea, dos grandes/grandes en acción y comunión entre ellos y con los oyentes.
O sea, jazz y más, mucho más. Porque Ss a piano solo donde la música de Mezquida se convierte en inclasificable, llena de influencias de la más culta a la más popular, que fluyen libres a través de un discurso rico y moderno. Un viaje, una tormenta estética en manos de este joven músico que pese a no llegar a los treinta años de edad, cuenta ya con una laureada carrera habiendo grabado más de 40 discos y realizado conciertos por todo el mundo.
Y después, turno para el dúo del genial pianista menorquín con el también polifacético baterista, percusionista y productor musical Michael Olivera García, que ha estado desde la edad de diez años, en unión con la música. Empezó a tocar percusión clásica en la EVA "Escuela Vocacional de Arte" de su ciudad natal, Santa Clara. Luego se abrió camino hacia la ENA "Escuela Nacional de Arte". Y, a partir de ahí, múltiples actuaciones y graBaciones.