Iglesias generó este domingo malestar entre el sector afín a su secretario Político, Íñigo Errejón, al publicar un mensaje en la citada red social en el que comparaba una foto de la activista estadounidense Angela Davis con el puño cerrado --gesto característico de Iglesias y sus afines-- y otra del ex primer ministro británico Wiston Churchill alzando los dedos índice y corazón formando una uve --como hacen Errejón y sus partidarios--.
"Todos los símbolos tienen memoria y, como el futuro, su corazón es antiguo. Solo los mediocres piensan que la historia nació con ellos", aseguraba Iglesias en el mensaje que acompañaba a esas dos fotografías, y que muchos de los llamados 'errejonistas' interpretan como una provocación hacia ellos.
Con la intención de cerrar la polémica, Iglesias ha publicado este lunes otro mensaje, en el que anima a sus compañeros de formación a debatir "de contenidos, de estrategia, de memoria y de resignificaciones" y a mezclar símbolos.
Para ilustrar ese llamamiento, Iglesias acompaña ese mensaje de una foto del expresidente socialista de finales de los 70 en la que recurre a ambos símbolos: mientras levanta el puño izquierdo, con la mano derecha muestra una V. "Hay polémicas que hay que cerrar con humor", asegura en el mensaje, que cierra con un emoticono lanzando un beso con forma de corazón.
Echenique se lo toma con humor
"Yo como no puedo levantar la mano no me meto en esos líos", ha bromeado en la rueda de prensa que ha ofrecido en la sede del partido en Madrid, en la que ha asegurado que el mensaje de Iglesias sólo puede ofender si se "malinterpreta". "Si uno se toma las críticas como me las tomo yo, es difícil que genere malestar", ha apostillado.
Echenique ha negado que Iglesias pretendiera lanzar con este mensaje un aviso o una crítica a los 'errejonistas', que desde los últimos meses cuestionan el viraje del secretario general hacia planteamientos de la izquierda tradicional. "No es un aviso. Es un llamamiento a compañeros en el sentido de que no simplifiquemos el debate, de que todos los símbolos tienen una historia. Que no todos son tan sencillos. Creo que es un llamamiento a no simplificar el debate", ha explicado.
"Tiene que ver con no convertir el debate en una dicotomía de símbolos, en poner encima de la mesa que si intentamos simplificar el debate a un cántico o un símbolo caemos en el error de simplificar el debate. Eso es lo que yo entiendo que es lo que quería decir", ha apostillado.