El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena interrogó desde primera hora a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, así como a los miembros de la Mesa: Lluís María Corominas, Lluís Guinó, Anna Simó, Ramona Barrufet y Joan Josep Nuet. La Fiscalía pidió imputarles los delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos por la declaración unilateral de independencia del viernes 27 de octubre.
Todos acataron el artículo 155 y asegura que la declaración de independencia fue de "carácter simbólico". Es al menos la línea de defensa de Forcadell y Corominas y Guinó. El resto podría hacerlo mismo, sobre todo Nuet, de Catalunya Sí que es Pot, que ya se posicionó en contra de la DUI en calidad de miembro de la Mesa del Parlament.
Forcadell accedió a contestar a las preguntas de la Fiscalía, gesto que ya valía mucho para su futuro judicial. Defendió ante el juez que ella sólo permitía los debates en calidad de presidenta del Parlament. Argumentó que, precisamente, si hubiera impedido que se debatiera la proclamación de independencia habría incumplido la legalidad y "los principios del Estado democrático".
Ahora, frente al Tribunal Supremo dando apoyo a la Presidenta y miembros de la mesa del Parlament @ForcadellCarme pic.twitter.com/H1AbhBsp6J