La versión del montaje la firma José Manuel Mora, la dirección Carlota Ferrer y la dramaturgia ambos, en renovada colaboración felizmente iniciada en 2014 con ‘Los nadadores nocturnos’ y, más adelante, en ‘Blackbird’ (inolvidables).
En ‘Esto no es la casa de Bernarda Alba’, hay mayoría abrumadora de hombres que, más que interpretar personajes femeninos, se ponen en el lugar de las mujeres, que no es exactamente lo mismo. Eusebio Poncela es Bernarda ("En ocho años de luto, en esta casa no entrará el viento de la calle…". Fascinante y magistral el trabajo de Poncela, a quien, tras cuatro años de ausencia, esperamos ver más asiduamente en los escenarios a partir de ahora); Igor Yebra es Josefa (en el bailarín y actor recae el peso de buena parte de la danza incluida en la obra); Óscar de la Fuente como Poncia ((genial también su interpretación); Jaime Lorente como Adela; David Luque es Angustias; Guillermo Weickert se pone en la piel de la Criada; Arturo Padilla es Magdalena; Diego Garrido como Martirio y Julia de Castro interpreta a Amelia. Todos ellos desbordan pasión y convicción en la defensa de sus personajes…
Con todo, no es la primera vez que aparecen voces graves para encarnar un personaje en ‘La Casa de Bernarda Alba’ en nuestro teatro: en 1976, Madrid, el personaje de Bernarda Alba fue interpretado por Ismael Merlo, y el hecho constituyó una verdadera revolución en el panorama teatral de nuestro país. Hoy, afortunadamente, la libertad creadora llega frecuentemente mucho más allá, y nadie se escandaliza por ello.
Fantasía y libertad
En el comienzo del montaje de Ferrer, un museo sirve como punto de partida para la exhibición de ‘La casa de Bernarda Alba’ a través de la composición de diversas instalaciones plásticas y pequeñas performances. Uno de los personajes recuerda aquel famoso texto de Lorca en donde el poeta y dramaturgo desvela su visión del teatro: “…estoy cansado del teatro, odio el teatro y amo el teatro. Hay que destruir el teatro o vivir en el teatro, pero no vale silbar desde las ventanas… El teatro necesita volver a las manos de los poetas, a vivir en la fantasía que no tiene límites”. Y libertad a borbotones para denunciar la desigualdad histórica de la mujer frente a la dominancia del hombre es lo que hay en ‘Esto no es la casa d Bernarda Alba’. Primero, con la bellísima recreación y reinterpretación libre del clásico de Lorca, para concluir, finalmente, con un discurso radical y reivindicativo en pleno siglo XXI: “…si el teatro no es espejo del mundo será solo un leve pasatiempo olvidadizo”, “soy el cuerpo que os ha regalado la vida y que esta noche os la quita… Soy una mujer y tengo voz propia. Nunca me someteré a nadie porque no creo que para amar haya que someterse…”.
Todo este bellísimo río de metáforas, de imágenes y de palabras en contra de la opresión de la mujer discurre en una escenografía limpia, con solo una pared blanca al fondo del escenario, y con las laterales y el suelo oscuros, con esculturas de un gran perro de aspecto poco amable, que en otros momentos de la obra llegan a ser seis (cinco rojos y uno negro). En alguna escena, un ataúd blanco, o unas sillas recalan también en él. No hace falta más atrezzo para vivir la hermosa fascinación que Carlota Ferrer propone al espectador. Los movimientos armónicos y acompasados de todos los actores en escena han sido diseñados por Carlota Ferrer & Cía. La iluminación de David Picazo -sutil y precisa-; el vestuario de Ana López Cobos (faldones o pantalones negros, con algún toque de color verde en la pequeña de las hermanas, Angustias, y el vaporoso vestido de Josefa cuando baila…); los audiovisuales de Jaime Dezcallar (¡impresionante la huída al galope del caballo blanco de Pepe el Romano volando por los aires!); el preciso diseño de sonido de Sandra Vicente y el trabajo del resto del equipo artístico y técnico del montaje hacen de este una propuesta teatral imprescindible de la actual cartelera madrileña.
Carlota Ferrer y José Manuel Mora vuelven a poner al público teatral ante una propuesta valiente, atrevida, sorprendente, bellísima y excelentemente bien interpretada por todos los actores que, además, se sienten comprometidos con un mensaje feminista directo que debe de hacer reflexionar a los hombres que acuden al montaje porque, es cierto, falta más empatía por nuestra parte para entender más y mejor a quienes tantos siglos han tenido que sobrevivir con la opresión del otro sexo.
'Esto no es la casa de Bernarda Alba'
Basada en ‘La casa de Bernarda Alba’ de Federico García Lorca
Versión libre de José Manuel Mora
Dirección: Carlota Ferrer
Intérpretes: Eusebio Poncela, Óscar de la Fuente, Igor Yebra, Jaime Lorente, David Luque, Julia de Castro, Guillermo Weickert, Arturo Parrilla y Diego Garrido
Dramaturgia: José Manuel Mora y Carlota Ferrer
Escenografía: Carlota Ferrer y Miguel Delgado
Vestuario: Ana López Cobos
Iluminación: David Picazo
Audiovisuales: Jaime Dezcallar
Diseño de sonido: Sandra Vicente
Coreografía: Carlota Ferrer & Cía.
Asesoría de movimiento: Ana Erdozain
Producción: Fernando Valero y Gema R. Lirola
Ayudantía de dirección: Enrique Sastre
Coproducción: Draft.inn (Meine Seele S.L.) y Teatros del Canal en colaboración con PREVEE S.L.- Fernando Valero
Distribución: salbi.senante@salbisenante.com
Teatros del Canal, Madrid
Hasta el 7/1/2018
Más información en: http://www.teatroscanal.com/espectaculo/carlota-ferrer/