Tras el caso de las venta de esclavos en Libia, África, este caso está removiendo conciencias y disparando las alarmas en pleno siglo XXI. Según publica 'Excelsior', en esta región montañosa de México, algunos hombres pagan a las familias de las mujeres entre 60.000 y 180.000 pesos, es decir, entre unos 2.500 y 7.600 euros. Después, las mujeres se convierten en esclavas no sólo sexuales de sus compradores, sino en sirvientas para el hogar, ya que deben realizar todas las tareas domésticas. Además, suelen ser maltratadas y presionadas para que nunca dejen sus nuevas atribuciones.
Los hombres que adquieren a estas mujeres se aprovechan de su fragilidad económica, ya que no tienen un lugar al que regresar o una alternativa de vida. Lo peor es que según se comenta en 'Excelsior, esta práctica es habitual y tradicional en las montañas de Guerrero. Organizaciones defensoras de los Derechos Humanos estiman que, en 17 años, unas 300 mujeres han sido entregadas a matrimonios sin su consentimiento a cambio de una dote.