El Rey no visita Barcelona desde los atentados del pasado mes de agosto, y desde entonces, muchas cosas han sucedido en Cataluña. Entre los acontecimientos más destacados se encuentran el referéndum soberanista del 1-O y la aplicación del artículo 155, así como la convocatoria electoral del 21-D. Tras la celebración del referéndum, Felipe VI pronunció un discurso en el que cargó contra los independentistas "por su deslealtad inadmisible", al tiempo que defendió la Constitución y la "unidad nacional".
Su discurso se topó con la respuesta de Puigdemont, que también pronunció un discurso en el que acusó al monarca de haber defraudado a miles de catalanes que habían apreciado y apoyado la institución en momentos difíciles.
La alcaldesa de Barcelona justificó su ausencia alegando que "la figura del Rey debería haberse mantenido neutral y haber llamado al diálogo, pero se posicionó con las tesis más duras y represivas mostrando cero empatía ante esta vulneración de derechos". En la misma línea, el president del Parlament dejó claro que no asistía porque "el jefe del Estado no ha dedicado ni una sola palabra a los heridos del 1-O por la actuación de la Guardia Civil y la Policía". El plante de Colau y Torrent ha sido criticada por el Gobierno y los partidos de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona.