Ya desde antes de las 20:00 y pese a la amenaza de lluvia, las pancartas iban rodeando la céntrica plaza del Cid y el morado comenzaba a teñir las calles aledañas. Creo que no recordaba una manifestación tan multitudinaria en Burgos desde aquellas que alzaron las manos en blanco contra el terrorismo. Miles de mujeres, diversas y de todas las edades, han paralizado el centro de la ciudad, y a su lado, ellos, los miles de hombres que han hecho de la nuestra, su lucha, sabiendo que el feminismo es igualdad y justicia social.
Hasta la estatua de los gigantillos ha sido lugar para la reivindicación ya que la ‘Gigantilla’ portaba un cartel que rezaba: ‘no soy una histérica, no tengo la regla, estoy indignada’; mientras que al ‘Gigantillo’ le han colocado una bandera morada bajo el brazo.
En la plaza España solo quedaba libre el espacio de la fuente de los delfines ya que, a pesar de la ligera lluvia intermitente, miles y miles de personas avanzaban portando banderas, pancartas, lazos de color morado e incluso pelucas, y hasta una especie de espada láser morada.
La marcha discurría entre gritos de 'la lucha será feminista o no será', 'nosotras producimos, nosotras decidimos', 'vivas nos queremos', 'mujeres unidas jamás serán vencidas' o 'acoso laboral, terrorismo patronal'.
Entre las pancartas que he podido leer, han llamado mi atención las que decían: 'Intentásteis enterrarnos y no sabíais que éramos semillas', 'que se pare el mundo porque a las mujeres ya no hay quien nos pare','somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar', 'mientras nos infravalorábais, fuimos creando una manada' o 'Nos están matando y las extremistas somos nosotras'.
Una concentración reivindicativa, pero también alegre, en la que las voces clamaban al unísono, con la música de la batucada de fondo.
La marea feminista ha llegado a la plaza de Mayor, donde estaba previsto que concluyera la concentración tras las intervenciones de varias portavoces de la Coordinadora Feminista de Burgos. Los discursos, interrumpidos solo por los aplausos y las proclamas feministas, han hecho hincapié en los diferentes ámbitos de la huelga: laboral, de cuidados, de consumo y estudiantil. Además de reivindicar la diversidad, se ha cargado duramente contra la violencia machista que sigue cobrándose vidas a diario, y todas las desigualdades e injusticias que nos afectan a las mujeres por el hecho de serlo.
Personalmente, me he sentido muy orgullosa de mi ciudad porque quienes estaban esta noche en la manifestación son mi patria y me representan. Se me ha puesto la piel de gallina en numerosas ocasiones, de hecho, apenas he dejado de tenerla así durante las dos horas que ha durado la concentración.
Como siempre, las cifras que unos y otros pongan a esta protesta variarán, pero quienes hemos estado allí sabemos que somos miles, y lo que es más importante, cada vez somos más y somos imparables.
Gracias Burgos por estar a la altura de este 8M.