Stewart, una conocida rebelde que rompe moldes en el gremio de actrices, se ha rebelado y aunque llevó los zapatos con tacones para entrar, luego al llegar a la alfombra se los quitó para facilitar a los medios de comunicación que retratasen el momento.
El gesto se ha interpretado como un nuevo avance del feminismo en el mundo del cine, después de que en los últimos años exigieran los mismos salarios que los hombres y, además, denunciasen los graves acosos sexuales y demás chantajes recibidos para poder trabajar en el sector.