Los 87 inmigrantes recibirán el mismo trato que los que llegan en pateras ilegales, y no como los que llegaron en el barco 'Aquarius' y que supuso un importante golpe mediático a favor del Gobierno español y críticas de la oposición y de otros gobiernos europeos como el italiano.
La ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, ha asegurado que los migrantes recibirán "el protocolo que existe y la legislación vigente". Ha asegurado que "simplemente se les aplica estrictamente la legislación, que no ha cambiado".
La Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado reclamó al Gobierno que "no provoque una evidente discriminación entre casos que son idénticos", en referencia a los que llegaron en el 'Aquarius'.
La secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, indicó que lo del 'Aquarius' fue "un desembarco excepcional", con personas que "necesitaban una valoración, atención y gestión que no se sabía el tiempo que iba a durar", mientras que ahora los dispositivos de atención y acogida son ya un "procedimiento probado". Negó cualquier discriminación y explicó que "si existen circunstancias humanitarias excepcionales se valorarán para dar una autorización, no de 45 días, sino de un año" y para el resto "se aplicará la ley", que "es la normalidad".
El diario ABC dedica hoy su portada a este asunto y titula: "Baño de realismo para Sánchez en política migratoria". Apunta que "el aluvión de inmigrantes llegados a las costas españolas obliga al Gobierno a rectificar su política de brazos abiertos". EL MUNDO resalta: "ONG acusan a Sánchez de 'vetar' a inmigrantes".
EL PAÍS destaca que "España y Alemania firman el acuerdo para readmitir a refugiados". Por otra parte, informa de que la llegada de más de 500 inmigrantes colapsa el puerto de Motril.