Los Mossos d'Esquadra cargaron ayer en varias ocasiones contra grupos de independentistas que trataban de impedir la manifestación de la asociación Justicia Salarial Policial (Jusapol), que agrupa a policías nacionales y guardias civiles que intentaban rendir un homenaje a los agentes que participaron en el operativo contra el referéndum del 1-O.
Los soberanistas increparon y arrojaron pintura en polvo a los Mossos. En el curso de los enfrentamientos fueron detenidas 6 personas. Otras 24 resultaron heridas, la mayoría de escasa consideración. Finalmente, la marcha de Jusapol llegó a la Plaza de Cataluña, escoltada por la policía catalana.
No obstante, los disturbios entre independentistas y Mossos se sucedieron en el centro de Barcelona tras acabar las manifestaciones, en las que participaron unos 1.800 policías y guardias civiles y cerca de 6.000 independentistas, según el Ayuntamiento de Barcelona.
El departamento de Interior de la Generalitat había obligado a Jusapol a variar el recorrido de su manifestación, que inicialmente iba a partir de la plaza Sant Jaume, después de que el Observatorio contra la Catalanofobia y los CDR Antifascistas contraprogramaran otra manifestación de signo contrario en el mismo lugar.
Tras las cargas policiales contra los soberanistas, portavoces de los CDR y de la CUP pidieron la dimisión del presidente catalán, Quim Torra, y del consejero de Interior, Miquel Buch, a quienes tildaron de "traidores".
En la misma línea se pronunciaron, los dirigentes de Cs en Cataluña, Inés Arrimadas, y del PP, Xavier Albiol, que denunciaron además el clima de enfrentamiento que se vive en Cataluña.
Tanto desde el PSC, como desde el Ayuntamiento de Barcelona, se hizo un llamamiento a la moderación y el diálogo.