Madrid generaliza ya el uso del cubo o contenedor de basura marrón y cambia su forma de reciclar tras casi un año de pruebas en algunos distritos de la ciudad.
El marrón es ya el quinto contenedor del círculo del reciclaje tras el azul (papel y cartón), el amarillo (envases de plástico, metal y tetrabriks), el verde (vidrio) y el clásico naranja, que ahora cambiará de contenido a restos no reciclables.
Es el contenedor para la basura orgánica, por lo que en el contenedor marrón irán los restos de fruta, verdura, carne, pescado y otras comidas; cáscaras de huevo, marisco y frutos secos; posos de café e infusiones; papel de cocina sucio y servilletas usadas; tapones de corcho, cerillas, serrín y pequeños restos de jardinería, como ramos de flores, plantas u hojarasca. La recogida será diaria.
A partir de ahora, casi todo lo que iba al naranja irá al marrón. El cubo de tapa naranja queda ahora para los restos no reciclables. Es decir, en él se tirarán chicles, compresas, pañales, toallitas húmedas, colillas, arena de gato, excrementos de animales, pelo y polvo de barrer.
Los beneficios del contenedor marrón
Asimismo, el Ayuntamiento tiene previsto que esta nueva recogida se traduzca en más puestos de trabajo, tanto en las rutas del servicio como en las plantas de biometanización y compostaje para su tratamiento. A todo ello se suma la hoja de ruta de la UE, que ha fijado dos objetivos para 2020: rebajar un 20 por ciento los residuos que se generan y alcanzar el 50 por ciento de residuos preparados para la reutilización y el reciclaje. "Vamos con retraso", diagnosticó la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, durante la presentación del contenedor marrón.
Información realizada a través de la noticia de Hayda Ramos en Madridiario>>