Se despeja la incógnita en torno a la Alcaldía de Barcelona. Ada Colau será investida este sábado cuando presente su candidatura, que cuenta con el respaldo del PSC, su socio de gobierno, y la abstención o apoyo de Manuel Valls. De esta forma, no habrá gobierno compartido con ERC ni permitirá la investidura de Ernest Maragall.
La consulta, realizada en apenas 24 horas, debía ratificar o no la decisión de la dirección de gobernar con el PSC y disponer de los votos de Valls para la investidura. Con el 71,43% de los votos, la opción 'A', planteada por la dirección de Barcelona En Comú, ha sido respaldada por sus bases.
"Nuestra propuesta era elegir entre quien nos ofrecía la alcaldía y quien no. Con este mandato clarísimo iremos mañana a la investidura; era importante saber la opinión de las bases para una decisión de gobierno", ha explicado Colau.
Colau asegura que ha sido un decisión muy difícil y que "no quería elegir entre ERC y el PSC" e insiste en que su opción siempre ha sido el tripartito, a pesar de que tanto como republicanos han descartado esa opción.
La edil ha manifestado que a pesar de este rechazo, seguirán proponiendo que "todas las fuerzas de izquierdas" trabajen juntas en el Consistorio de la ciudad condal.
"Me hubiera encantado que el señor Maragall consultara a sus bases sobre nuestra propuesta de hacer un tripartito. Espero que sea posible superar la política de bloques, y estoy segura que nos podemos entender con ERC los próximos años. Seguiremos priorizando la interlocución con fuerzas de izquierdas", ha reiterado.
Sobre la propuesta de ERC para compartir la legislatura con Maragall, Colau ha dicho que el republicano no le ha trasladado formalmente dicha propuesta y se ha escudado en que sus bases consideran importante conservar la alcaldía, que a su juicio, era lo que se planteaba en la consulta, en la que debían optar por ella o por dejar gobernar a ERC.
Así las cosas, Barcelona se suma a Cádiz entre las 'ciudades del cambio' en las que sus dirigentes logran revalidar, aunque no se descarta que esto también suceda en Madrid y Zaragoza, donde Vox ha dejado en el aire el apoyo a los pactos de PP y Cs.