Ayer miércoles, todos los medios ávidos de cuestionar al gobierno de coalición aprovecharon sus declaraciones para abrir telediarios y ofrecer titulares donde se aseguraba que el presidente extremeño se enfrentaba a la dirección del PSOE y al Ejecutivo progresista por su subida del SMI, si contar con las regiones menos favorecidas, como es el caso de Extremadura.
Todo vino por los malos resultados de empleo en su región, los cuales, para justificar, los achacó parcialmente a la subida del SMI: "Una caída de 7.000 u 8.000 empleos en el sector agrario en solo dos meses", mencionó, no sin afirmar que "no puede ser malo que la gente tenga un salario digno para vivir".