Se trata del tercer intento de impeachment contra un presidente en el cargo tras los casos de Andrew Johnson en 1868 (absuelto) y Bill Clinton en 1999 (absuelto). Este juicio no tiene tampoco muchas posibilidades de salir adelante, ya que el Partido Republicano, que sustenta a Trump, tiene mayoría en el Senado. Los demócratas son sólo mayoría en la Cámara de Representantes, la otra cámara del Congreso de los EEUU.