La cosa mejora con 'Meet Me on the Roof', una de las canciones más pop del disco con un estribillo bastante coreable, algo por otra parte esperable si tenemos en cuenta la facilidad que han demostrado para la melodía a lo largo de su carrera. 'I Was a Teenage Teenager' sigue en la misma línea, es la canción más larga del disco con apenas 3:44 de duración. 'Stab You In The Heart', con un riff sacado del 'Hippy Hippy Shake', es puro rock'n'roll de los 50, posiblemente lo más cerca que está el disco de lo que quería ser, la fiesta roquera definitiva.
Pero con 'Sugar Youth' vuelven a sonar demasiado a los Hives, aunque siguen probando que no se les ha olvidado escribir un buen estribillo, aunque en este caso recuerde a otra canción suya como era 'She's a rebel'. 'Junkies On A High' es uno de los pocos medios tiempos del disco y ni conecta con el espíritu del resto del diso, ni tiene nada memorable que justifique su presencia. 'Take The Money And Crawl' es genérica y poco excitante. Por último, el disco se cierra con 'Graffitia' donde suenan como unos Clash que no hubieran escuchado los consejos de Super Ratón y hubieran olvidado "vitaminarse y mineralizarse".
En definitiva un disco que se queda bastante lejos de sus dos grandes obras, 'Dookie' y 'American Idiot', pero que añade dos o tres buenas canciones a su repertorio. Es normal y positivo que estas estrellas del rock cercanas a los 50 años ya no suenen como los casi adolescentes que se masturbaban por puro aburrimiento en 'Dookie', lo que no es tan convincente es que este nuevo sonido se base en fusilar a los Hives, Gary Glitter, Jet y, si nos ponemos indulgentes, los White Stripes...