Fue la peor masacre en Europa después de la Segunda Guerra Mundial.
Este sábado se cumplen los 25 años de una masacre en la que perdieron la vida miles de varones musulmanes.
Hoy viven en este lugar apenas unas 13.000 personas, un tercio de la población que el municipio tenía hace 25 años, cuando era un santuario de los cascos azules de la ONU, bajo mando holandés.
Aquellos soldados holandeses tratan de vivir con un recuerdo que jamás desaparecerá: el ataque que acabó en la mayor tragedia que recuerda Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
La antigua fábrica de acumuladores de Srebrenica, que durante la guerra fue sede del batallón holandés, forma parte desde 2003 del Centro Memorial y alberga el Museo del Genocidio.
El propio Memorial fue inaugurado en septiembre de ese año por el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton, artífice de la intervención de la OTAN que ayudó a poner fin a la guerra.
El primer entierro colectivo tuvo lugar ese mismo año. Hasta ahora reposan en el cementerio de Potocari 6.643 víctimas.
El principal responsable de la matanza, el que fuera jefe militar serbobosnio Ratko Mladic, no fue condenado por sus crímenes hasta 2017, cuando la justicia internacional le sentenció a cadena perpetua por ésta y otras atrocidades cometidas durante la guerra.
El año pasado, el líder político Radovan Karazdic también fue sentenciado de por vida por el genocidio de Srebrenica, entre otros crímenes.