"Estamos avanzando en una dirección muy peligrosa. Nuestro mundo no puede permitirse un futuro en que las dos economías más grandes dividan al mundo en una gran fractura, cada una con sus propias reglas comerciales y financieras", sostuvo Guterres.
Sin embargo, el discurso del presidente de los EEUU, Donald Trump, en plena recta final de la campaña electoral para las presidenciales del 3 de noviembre fue muy duro. Trump llegó a calificar al coronavirus de "virus chino" y solicitó a la ONU que haga pagar a China por su responsabilidad en la pandemia.
"Las Naciones Unidas deben hacer que China rinda cuentas por sus actos", sostuvo Trump acusando al gobierno de Xi Jinping de haber "infectado al mundo". "Vamos a distribuir a una vacuna, derrotaremos al virus, pondremos fin a la pandemia y entraremos en una nueva era sin precedentes de prosperidad, cooperación y paz. Mientras perseguimos este futuro brillante, debemos hacer responsable a la nación que liberó esta plaga al mundo: China", defendió Trump.
Por su parte, su homólogo chino, Xi Jinping, aseguró que no tiene intención de entrar en una "Guerra Fría" y lamentó que se politice la enfermedad que ha dejado casi un millón de muertos. "Deberíamos abrazar la visión de una comunidad con un futuro compartido en el que todos estén unidos, debemos rechazar los intentos de construir bloques para rechazar fuera a otros y evitar el enfoque de suma cero. Deberíamos vernos como integrantes de una gran familia, buscar una cooperación de beneficio mutuo y elevarnos sobre disputas ideológicas y no caer en la trampa de un choque de civilizaciones".