Cuentan los libros que la Comunidad de Madrid era antaño una tierra estable donde presidentes regionales como Joaquín Leguina (PSOE), Alberto Ruiz-Gallardón (PP) y Esperanza Aguirre (PP) ocupaban sus cargos con cierta estabilidad y mayorías absolutas.
Leguina fue el primer presidente madrileño tras el regreso de la democracia a España y con la creación de la comunidad autónoma, estando 12 años en el cargo. Tras las elecciones de 1995, el por entonces joven Alberto Ruiz-Gallardón irrumpía con el centro-derecha y desde entonces la región no ha conocido otro color político en la presidencia.
Gallardón estuvo 8 años, 2 legislatura completas, en el cargo. Sin sobresaltos y con nota sobresaliente por parte del electorado, prefirió cambiar de aires y pasarse a la carrera por la alcaldía de la capital, un reto que consideraba un honor. Algunos incluso aputnaron por entonces que era mayor la gloria de ser alcalde de Madrid que presidir la comunidad.
Esperanza Aguirre, que venía de los gobiernos de Aznar y de ser presidenta del Senado, asumió el reto. Y aunque le costó un susto llegar a la presidencia -el famoso 'Tamayazo' de última hora evito que el PSOE recuperase el gobierno autonómico-, al final hubo repetición electoral y consiguió mayoría absoluta, como antes la ostentaba Gallardón. Asumió tiempos difíciles, rodeada de casos y acusaciones de corrupción, pero aguantó y aguantó y ganó unas terceras elecciones en 2011. Sin embargo, el cáncer le hizo tomarse un descanso y, en 2012, un año después de su último triunfo en las urnas, se marchaba.
Siempre marcado por varios caso de presunta corrupción del PP regional, consiguió acabar la legislatura, pero el partido impuso un relevo y ahí es donde apareció la figura de Cristina Cifuentes, la gran apuesta de Mariano Rajoy y Aguirre por volver a la estabilidad.
Y Cifuentes ganó, sí, en los comicios autonómicos de 2015 con claridad, pero sin mayoría absoluta. Fue cuando empezaron los pactos con Ciudadanos, la nueva fuerza política que venía de Cataluña pero que extendía su marca centrista por todo el territorio nacional.
Asumía entonces el cargo Ángel Garrido como antes lo había hecho Ignacio González. Pero apenas duró un año, y el interino Pedro Rollán asumía el cargo temporalmente hasta las elecciones de la primavera de 2019.
Eran tiempos complicados en Madrid y nadie parecía un líder claro para ganar las elecciones. Pero el PSOE, arrastrado por el viento a favor que procedía de la presidencia del Gobierno central ostentada por Pedro Sánchez, terminó rompiendo la dinámica de las últimas décadas y ganó en las urnas.
Y aaundo parecía que Ayuso iba a acabar con los tiempos complicados para el PP y en las encuestas aparecía como clara favorita en futuros procesos electorales, llegó el lío con la moción de censura en Murcia, que terminó explotando en Madrid. Ruptura total con Ciudadanos y convocatoria de elecciones para el 4 de mayo. Otro presidente que cae antes de tiempo.
5 presidentes distintos en apenas 9 años. ¿Acabará esta locura a partir de mayo de este 2021?