El presidente, Kais Saied, anunció la suspensión de la actividad del Parlamento y la destitución de Mechichi tras una jornada de protestas contra las autoridades del país.
Decenas de miles de personas lo celebraron en las calles a pesar de los llamamientos de las autoridades.
Todo empezó con las protestas de los partidarios del Free Destourian Party contra el islamista Ennahda y el gobierno del país.
El origen de las protestas fue la muerte del joven Ahmed Ben Amara, que presuntamente murió tras ser golpeado por agentes del orden mientras estaba bajo custodia.
Amnistía Internacional pidió a las autoridades judiciales tunecinas una investigación imparcial y eficaz sobre la "sospechosa" muerte del joven durante su detención policial el pasado 8 de junio y que ha desatado desde entonces enfrentamientos nocturnos entre vecinos y fuerzas de seguridad en los suburbios de la capital.
La muerte de Ahmed Ben Amara "ha provocado indignación, porque los tunecinos no creen que los autores vayan a ser responsables. El hecho de que la policía responda con fuerza ilegal y más palizas y torturas muestra lo poco que temen tener que rendir cuentas", denunció la directora adjunta para Oriente Medio y África del Norte de AI, Amna Guellali.