Por primera vez desde que comenzó la monitorización de la actividad volcánica, Copernicus ha podido obtener una imagen óptica sin nubes en la zona, lo que ha permitido como novedad facilitar un cálculo de la extensión del depósito de cenizas.
Gracias a esa imagen, obtenida a las 12.06 horas UTC del sábado 25 de septiembre, Copernicus ha calculado en 210,2 hectáreas la superficie cubierta por el flujo de lava y en 1.313,9 hectáreas el depósito de ceniza, que se extiende hacia la costa y hacia el suroeste del volcán.
Con esta misma imagen óptica, Copernicus calcula en 494 las edificaciones afectadas, de las que 449 se dan por destruidas.Además, el volcán ha afectado a 17,7 kilómetros de carreteras, de los que 16,4 kilómetros están destruidos.