Una foto para tiempos de crisis

        Rajoy no quiere fotos con Zapatero: si el presidente quiere campañas de imagen cuando la suya se hunde, que se las hagan sus publicistas. Es más o menos el mensaje que el líder de la oposición ha transmitido en un desayuno multitudinario en Madrid, en el que se ha dado cita la ‘flor y nata’ del mundo empresarial-económico-financiero-sacerdotil (hasta el Nuncio estaba). Los fácticos, vaya.

         Ahí, Rajoy ha revelado que Zapatero le llamó a las 22.00 horas de la noche del lunes para convocarle a una cita en la que deberá hablarse de Economía. Y ha descartado que el Rey esté detrás de esta invitación presidencial. Rajoy también ha confirmado que acudirá a la cita, pero, ojo, no quiere retratos talanterosos ni vodeviles de salón. “Estoy dispuesto a hablar; estoy dispuesto a hacerlo en serio, pero no estoy dispuesto a hacerme la foto”, primera advertencia. “No estoy dispuesto a fuegos de artificio para que se me quiera utilizar y luego, nada”. Advertencia final.

         Rajoy ha lanzado en Madrid los mensaje exactos que quería transmitir, sobre todo al empresariado en general: primero, que hay crisis y que ésta es internacional, pero también nacional y que el Gobierno se ha lanzado al camino de la rogativa, esperando que escampe. Segundo, que hay que transmitir confianza, y el PP tiene una alternativa económica que está dispuesto a pactar. Tercero, que acuerdos con el Gobierno para sacar al país de la crisis, todos los necesarios, pero que para que Zapatero y él mismo rubriquen un ¿nuevo Pacto de la Moncloa? es necesario que se reúnan previamente los equipos económicos del Gobierno y del PP, encabezados por el vicepresidente Pedro Solbes y por Cristóbal Montoro, respectivamente. Así, ZP y Rajoy sólo deberían signar lo que ya se habría pactado.

         O eso o nada. Así de sencillo, porque los Presupuestos Generales del Estado para 2009 presentados en el Congreso de los Diputados este mismo martes por Pedro Solbes van a recibir un ‘no’ rotundo por parte del PP. Ahí, Rajoy ha sido especialmente gráfico: “Yo, a este Presupuesto no puedo darle el Ok de ninguna manera”. Y es que en el PP no se creen las previsiones de ingresos y de gastos que ha presentado Solbes.

         Rajoy también ha salido a la ofensiva en cuanto a la ‘conciencia social’ de Zapatero y su Gobierno. A la acusación lanzada por Pepiño Blanco sobre que los populares quieren unos Presupuestos ‘de derechas’ cargando las tintas en la parte social, Rajoy dice que el gran ‘gasto social’ de Zapatero es en el desempleo, sí, para el que hay comprometidos 19.000 millones de euros. Pero que para la ley de dependencia, por ejemplo, sólo hay mil millones, y que en Sanidad -uno de los pilares del estado de bienestar- el presidente no sólo ha retirado 3.000 millones de euros, sino que ha incumplido sus propias promesas que pusieron el broche final a la II Conferencia de presidentes. En fin, que a ‘social’, dice, no le gana nadie.

         Ahora bien, todo esto tiene una lectura: Rajoy, y su nuevo equipo, han cambiado el chip. Ya no es ‘mister no’ a todo, sino que ahora va, habla, llega a acuerdos cuando se puede y, sobre todo, explica.