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España podría volver a crecer en el segundo semestre del 2009, pero entrará en recesión el próximo año si la economía mundial sigue ese camino, dijo el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en una entrevista publicada el domingo.
Sin decir que la cuarta mayor economía de la zona euro se contraería, Zapatero declaró al diario Público que los países desarrollados como España están en crecimiento negativo trimestral o a punto de estarlo.
Las declaraciones de Zapatero son lo más próximo a un pronóstico de crecimiento negativo entre este año y el siguiente.
"Yo creo que en el segundo semestre del año que viene estaremos ya con una actividad económica de crecimiento intertrimestral, lo que no quiere decir anual, porque eso va a depender de la comparación con este año", declaró.
"Si hay una recesión global, estaremos en recesión, lógicamente", agregó.
El desempleo ha subido al nivel más alto en la zona euro tras el fin del boom inmobiliario, que coincidió con la escasez mundial de crédito.
El Gobierno afirma que la economía se estancó en el tercer trimestre y ha mantenido su previsión de un crecimiento del 1,6 este año y de un 1 por ciento en el 2009, tras crecer un 3,7 en el 2007.
La Comisión Europea prevé que España entre en recesión a final de año y el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima una contracción del 0,2 por ciento en el 2009.
"La recuperación va a costar esfuerzo y tiempo pero en mi opinión tenemos las bases para que el sistema recupere la normalidad con las medidas", declaró Zapatero a Público.
El presidente indicó que las condiciones financieras comenzaban a mejorar, pero que la economía estaba seriamente afectada por la escasez de créditos.
El mandatario prometió ayudar a la industria tras haber ofrecido a los bancos un paquete de medidas para impulsar la liquidez y los préstamos.
"Apoyo a la industria sí, por supuesto" manifestó.
España no aportará fondos públicos, tal y como estipula la Unión Europea, pero encontrará otros modos de ayudar a las empresas, declaró Zapatero.
El Gobierno está estudiando si la financiación ofrecida a los fabricantes de automóviles en Estados Unidos cuenta como apoyo público o no.
Cuando se le consultó qué podía hacer para asegurar que el respaldo a los bancos llegue a las empresas, Zapatero respondió que el Gobierno pediría a las instituciones financieras que reanuden los préstamos una vez que recuperen la liquidez.
"Un banco es un negocio, no una ONG, y el negocio del banco es prestar dinero", puntualizó.
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