Bush, el otro im-presentable del año

Sí, no es nuestro im-presentable de 2008 porque sin duda nuestros lectores no le votaron considerando que ha sido también el im-presentable de 2007, y de 2006, y de 2005, y de 2004, y de…George W. Bush, decimos. El peor presidente que jamás hayan tenido los Estados Unidos. No lo afirmamos, nosotros, que no somos nadie, sino que lo dice el 75 por ciento, nada menos, de los estadounidenses, que ven partir con alivio a este hombre que ni ha mejorado sus grados de cultura ni de los civilización: el mundo se despide de este año crispado, en tensión y con bombas gracias, en parte, a este hombre que se marcha con la economía destrozada, habiendo liquidado una nación (Irak), que sería una dictadura, pero que, al menos, tenía estructura de un Estado y hoy es un fantasma de rencores y luchas tribales.  

No, nuestro im-presentable, que anunciaremos este domingo, festividad de Todos-Los-Santos, es mucho más modesto, claro. Y mucho menos im-presentable, aunque sea tan im-presentable que apoya públicamente al im-presentable por antonomasia, es decir, a Bush.

En fin, que adios, George Bush, adios. Menos mal que te vas para nunca jamás volver. Y mira que, cuando llegaste –por una vía cuestionable, acuérdate de las papeletas-mariposa en el Estado de tu hermano--, ya tantos estábamos seguros de que tu paso por la Casa Blanca lo iba a teñir todo de negro luto. O de rojo sangre. Lamentablemente, no has defraudado las predicciones. Mejor que por aquí no vengas a dar tus conferencias millonarias de ex presidente