Bombas que masacran palestinos apuntan contra Obama

Los halcones de Israel se lanzaron al ataque.

Pero el ataque a la Franja de Gaza, el más brutal de los últimos 40 años, y sus cientos de muertos es mucho más que un mero episodio de guerra, una versión siglo 21 de la blitzkrieg –la guerra relámpago- la “creación” de la maquinaria bélica del hitlerismo.

En realidad, los halcones de Tel Avid apuntan a un objetivo más ambicioso, y apoyados por los belicistas instalados en Washington, la OTAN u otras cofradías militaristas, buscan –con una política de hechos consumados- notificar a la nueva administración de Estados Unidos, a Barack Obama, de cuales son los limites.

Se trata de una guerra de exterminio, sin tiempos ni fronteras, en el plano local, pero que en lo estratégico busca minar, entrampar, el camino a una política internacional que pudiera realizar el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Es más que sospechoso que los halcones de Israel -con toda seguridad, avalados, y quizás coordinados, con sus similares del Pentágono y del Complejo Militar Industrial, y de la parte más conservadora de la elite política de Estados Unidos- se apresuraron en lanzar su operación “Plomo Fundido”, antes de la asunción al poder de Obama.

Actúan ante la mera sospecha de que Obama pudiera significar un cambio en la política internacional de George W. Bush, que llevo a Estados Unidos, a declarar la guerra global, según dicen contra “el terrorismo”, pero en
realidad contra el derecho Internacional, al margen de Naciones Unidas, y
violentando las soberanías nacionales, la autodeterminación de los pueblos,
buscando el Orden Unipolar.

Esto significa entonces, una notificación a Obama de que sus proyectos de
cambio tendrán una fuerte oposición en determinados círculos militaristas,
de su país y del escenario internacional, que miran con desconfianza, pero
sobre todo rechazan, eventuales iniciativas, por ahora proyectos, que
pudiera afectar sus intereses imperiales.

La situación confirma que Obama, si quiere responder a las expectativas de
sus propios votantes y sus promesas de campaña, enfrentará una concertada y peligrosa oposición, tanto nacional como internacionalmente.

El genocidio israelí en la Franja de Gaza es solo una señal, brutal, pero un
anuncio de lo que podrá venir, si la opinión pública internacional, los
demócratas del mundo, no se ponen en alerta y enfrentan estas graves
amenazas a la paz, la seguridad y las libertades en el mundo.

La amenaza es brutal y no solo apuntan contra los Palestinos -y ni siquiera
solo contra Obama (lo que puede no ser solo de manera figurada lo que desde luego  sería gravísimo pero no imposible, según la experiencia
estadounidense), sino que contra la paz y la seguridad mundial.

Se trata de un episodio más de la llamada “guerra contra el terrorismo”, en
realidad una estrategia agresiva de dominio global de Estados Unidos, y
que fue declarada por la administración Bush, que se ha expresado en la
invasión y ocupación de Irak, en la ocupación de Afganistán, en las amenazas contra Irán, contra Corea del Norte, en la provocación aventurera de Georgia contra Rusia en Osetia del Sur, en la diplomacia agresiva contra Bolivia, Venezuela, Ecuador, Cuba, Nicaragua y otros países de América Latina y el Mundo.

Es bueno que la opínión pública internacional conozca quienes son los que
amenazan realmente la paz internacional y cuales son sus objetivos de largo
alcance.

Se trata de las fuerzas con las que deberá lidiar el nuevo presidente de
Estados Unidos, y los obstáculos que deberá sortear sin efectivamente quiere pasar a la historia como un reformista, como un demócrata y como un gobernante responsable, tanto de la grandeza de su nación, como de un mundo que desea vivir en paz, en que cada uno precisa ser respetado en la plenitud de sus derechos.

De manera que el 2009, en el plano internacional, se viene amenazante,  pero esperanzador. Y ello dependerá, con toda seguridad, tanto de los
gobernantes, los líderes como de los ciudadanos.

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Marcel Garcés
Periodista