Entre las decisiones gubernamentales destacan: permitir el deducible de provisiones por arriba del mínimo, moratoria del anticipo al impuesto a la renta hasta diciembre de 2009 para los sectores exportadores, créditos automáticos para servidores públicos, reducción de la tramitología para el drawback (régimen especial aduanero por el cual los impuestos o tasas cobradas de bienes importados son devueltos, total o parcialmente) e incremento al 1 del impuesto a la salida de capitales para todo flujo de dinero que salga del país.
Ante estas medidas el experto económico, Patricio Ruíz, manifesta que las decisiones que está impulsando el Gobierno Nacional van de la mano con la coyuntura económica mundial. Por ello califica de “acertadísimas” a estas iniciativas del Gobierno.
Sin embargo, recomienda que el Presidente de la República, Rafael Correa, tenga listo un plan “B”, ya que “la crisis es tan profunda y va tan rápido, que las medidas no solo del Ecuador, sino de todo los países del mundo, están rezagadas frente a los acontecimientos económicos”.
Este criterio es compartido por el vicepresidente del Colegio de Economistas de Manabí, Patricio Moreano, quien en declaraciones a la prensa de esa provincia indicó que confía que las medidas que el régimen ha estudiado para enfrentar los efectos de la crisis internacional sean efectivas.
Según lo previsto por el Régimen el encarecimiento del financiamiento externo, la reducción de la demanda de exportaciones, los menores ingresos por caída del precio del petróleo y la restricción de liquidez a exportadores y sus proveedores son algunas de las consecuencias que puede acarrear la crisis económica para el país.
Frente a esto, el consultor independiente y ex-miembro de la Federación de Exportadores del Ecuador, Mauricio Peña, indicó que las acciones emprendidas por el Gobierno son las que se necesitan para favorecer al sector productivo del país.
“La responsabilidad del Gobierno es abrir puertas para los productos ecuatorianos y eso es lo que se está haciendo con países como Irán, Egipto y otras naciones del Asia”, dijo.
Economistas a escala mundial coinciden en que la crisis financiera actual se desató debido al colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en el 2006. Las repercusiones de esta crisis empezaron a evidenciarse claramente a inicios del 2008, contagiándose primero el sistema financiero estadounidense y después el mundial.
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