Los taxis vuelven a los ochenta

El gasauto es un combustible con muchas ventajas. Reduce hasta en un 90 por ciento las emisiones de partículas frente al uso de otros carburantes, así como la generación de otros gases contaminantes. Pero además del beneficio medioambiental, tiene contraprestaciones para el bolsillo del usuario.

El presidente de la Asociación Gremial del Taxi de Madrid, José Antonio Parrondo, explica que un vehículo adaptado al gasauto puede ahorrar en suministro un 40 por ciento y otro tanto en el mantenimiento del vehículo porque la combustión es más limpia. Parrondo, como el resto del sector, cree que en estos momentos es la mejor alternativa para los taxistas entre todos los vehículos ecológicos que existen en el mercado. "De ahí el apoyo institucional", afirma.

Antiguo conocido
Además, es un combustible bien conocido por los taxistas. En la década de los ochenta el grueso de la flota madrileña usaba gasauto para lo que tenían que cargar con bombonas, una imagen que ha desaparecido del día a día de la ciudad. Intereses económicos, las mejoras que experimentó el diésel en la época o la incomodidad de llevar la bombona son algunas de las razones que apuntan los taxistas para explicar su desaparición.

Ahora estos vehículos vuelven a incorporarse con fuerza dentro de la flota de taxis. Francisco Estaban, el presidente de la Agrupación General de Taxistas, señala que puede haber más de 500 coches de gas licuado de petróleo entre los 16.000 que componen la flotar. El crecimiento en 2008 fue espectacular: un 13 por ciento de los vehículos que se sustituyeron lo hicieron por otros de gasauto y un 5 por ciento por híbridos.

La innovación en este tipo de vehículos -ya no necesitan bombona y no roban espacio al maletero-, una red de puntos de suministro en crecimiento, el ser una tecnología ya conocida por los taxistas y la ayuda institucional son las claves para que el gasauto vuelva a ser una realidad en la flota madrileña de taxis. Sus prestaciones están avaladas por ser el vehículo 'verde' más utilizado en el mundo, con 11 millones de unidades.

Apoyo fundamental
El apoyo institucional consiguió dar el espaldarazo a estos vehículos. El Ayuntamiento -dentro de su estrategia por conseguir la reconversión de las flotas de los sectores que más trayectos realizan en coche dentro de Madrid, como el de carga y descarga- firmó junto a la Comunidad, las asociaciones de taxis y Repsol un convenio para impulsar el uso del gas licuado de petróleo. El compromiso, que se reflejó en los datos de 2008, suponía sumar a los 2.000 euros de subvención regional a los vehículos ecológicos, otros 1.000 en concepto de gas.

El interés de los taxistas por los vehículos ecológicos va más allá. Así lo demuestran los alrededor de 50 híbridos que se han incorporado a la flota. Según comenta el presidente de la Federación Profesional, Mariano Sánchez, son ideales para los taxis, ya que utilizan electricidad hasta los 50 kilómetros por hora y a partir de esa velocidad recurren al depósito de gasolina. También el gas natural vehicular empezó a utilizarse hace poco en Madrid, pero los taxistas están a la espera de que se se amplie la red de suministro.

Para avanzar hacia la flota verde y conseguir que el aire en Madrid sea más respirable, los taxistas proponen más soluciones, como eliminar el impuesto de matriculación para los vehículos ecológicos, más puntos de suministro de combustibles alternativos o contar con más paradas de taxis. En cualquier caso, los taxis están siendo uno de los exponentes de la introducción de los vehículos ecológicos en la capital. Su aportación es fundamental en una ciudad como Madrid donde realizan el 20 por ciento de todos los kilómetros recorridos.