Sigue molesta parte de sociedad peruana por condena a Fujimori

Un alto porcentaje de los peruanos aún resiente el impacto que les generó la sentencia a 25 años de cárcel que aplicó la Corte Suprema contra el ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) por crímenes de lesa humanidad.

"Esto no se va a quedar así", advirtió la congresista Keiko Fujimori, hija del ex jefe de Estado, al rechazar en declaraciones que reproduce la revista Somos la sanción impuesta contra su padre por la muerte de 25 personas a manos del grupo paramilitar Colina.

La legisladora, quien anunció su intención de postularse a las elecciones presidenciales bajo la agrupación fujimorista Fuerza 2011, aseguró que los rivales de su padre "han ganado una batalla, pero no la guerra".

Keiko, cuyo nombre en japonés significa felicidad, no pasa por un buen trance en estos momentos, pues se le ha visto molesta, desencajada y triste y en ocasiones algo furiosa.

La congresista se juega la promesa de indultar a su padre si alcanza la Presidencia de la República, lo cual ya generó una fuerte controversia porque Fujimori ha sido condenado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad.

Un 59.4 por ciento de los peruanos expresó su desacuerdo con el fallo de la justicia peruana, frente a 36.2 que se mostró conforme y el 4.3 que considera que se le tuvo que dar más años de prisión, reveló una encuesta de la consultora CPI.

El sondeo, realizado el martes pasado tras conocerse la sentencia contra el ex mandatario, mostró que 68 por ciento de los entrevistados, de un estrato bastante bajo, ve a Fujimori con buenos ojos y goza de un amplio respaldo.

El 58.7 por ciento del medio millar de consultados por CPI señaló que sintió "dolor, injusticia y odio", mientras que 33.3 por ciento aseguró que sintió "justicia, alegría y tranquilidad" con la condena al ex mandatario peruano.

El fiscal adjunto del Ministerio Público, Avelino Guillén, que pidió 30 años de cárcel para Fujimori, dijo a su vez que con la sentencia se ha demostrado que en Perú se puede juzgar a un ex gobernante con todas las garantías de la ley.

En el proceso, según este jurista, se hizo uso del derecho de defensa, por parte del procesado.

Señaló que por ahora el hombre que gobernó los destinos de Perú durante una década tendría que continuar detenido en la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional, al este de Lima, porque la Sala Penal allí va a desarrollar otros juicios.

Guillén dijo que una eventual semi-libertad para el procesado se daría al tercio de la condena, pero para determinar eso se tendría que cumplir ciertos requisitos, como exámenes psicológicos.