Reflexionar y decidir

Entramos en el período de reflexión previo a las votaciones del domingo. Las fanfarrias y el griterío, la propaganda abrumadora y los cantos de sirena de ciertos candidatos y entidades nos dan una tregua. Ahora podremos, serenamente, dedicarnos a ponderar cuanto se nos ha dicho y prometido; a las obras reales deslindarlas de aquellas que son un alarde de la imaginación y la demagogia.

Alrededor de 10,5 millones de ecuatorianos tendremos que decidir quiénes estarán en el rol de pagos gubernamental a todos los niveles. Podrán votar esta vez, además de los compatriotas residentes en el exterior, los extranjeros que viven entre nosotros también con el estatus de residentes, así como miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía. Además, los presos sin sentencia podrán ejercer este derecho.

En los comicios participarán 5 mil 954 candidatos, que aspiran a convertirse en presidente y vicepresidente, 15  asambleístas nacionales, 103 asambleístas provinciales, seis asambleístas del exterior, 46 prefectos y vice prefectos, 221 alcaldes, mil 39 concejales urbanos y 542 concejales rurales.

Es el equivalente a varios batallones de nuestras fuerzas armadas, aunque tal vez requiera un gasto mayor al Estado en su sostenimiento.

Pero lo importante es que nuestra nada saludable democracia pueda caminar, de alguna manera, hacia su consolidación. Que las experiencias pasadas y recientes nos lleven a construir contrapesos entre los poderes del Estado y barreras de protección contra el autoritarismo. Estos son los momentos de  reflexión, luego vendrán los que decidirán nuestro destino.