Ustedes, los oscuros

Ustedes, los oscuros, que ahora desfilan por los medios defendiendo, supuestamente, la libertad de expresión, ¿con qué autoridad moral hablan de que se solidarizan con los periodistas que se sienten amenazados por un régimen que no entiende lo que significa el ejercicio de una prensa crítica?

¿A partir de qué ejemplo de respeto, tolerancia y pluralismo pretenden convencernos de que si la situación se agravara ustedes nos protegerían o saldrían a las calles a protestar por nosotros?

¿Por qué fustigan que el oficialismo estudie una nueva Ley de Comunicación en la que, presuntamente, habrá normas con la intención de amordazar a los críticos, si ustedes, en su momento, hicieron propuestas similares?

¿Recuerdan cómo entre 1981 y 1984 aplaudieron la represión militar a quienes se oponían al Gobierno de entonces, que rápidamente dio un giro a las políticas sociales del Mandatario misteriosamente desaparecido?

¿Les quedó en la memoria el violento cierre de una radio quiteña por fuerzas militares, bajo el estado de sitio de dos días que decretó el Presidente para acallar a quienes protestaban por las medidas económicas?

¿En cuántas ocasiones durante aquellos años estuvieron tan dispuestos como se los ve ahora para aparecer en los noticieros de televisión y expresar su rechazo a los ataques a la libertad de expresión?

¿Cuántas veces salieron a la prensa de esa época para solidarizarse con los medios y los periodistas por la intensa persecución que sufrimos quienes no le hacíamos reverencia al todopoderoso ni callábamos los atropellos, los abusos, la represión, la prepotencia, las humillaciones y las muertes ordenadas desde el palacio de la prepotencia? ¿En cuántas apariciones públicas alzaron la voz contra la corrupción, el manejo de las cortes y la dictadura legislativa, que tanto daño causó? ¿Recuerdan la demanda penal del ex Dueño del País contra un articulista de EL COMERCIO?

¿Desde cuándo ustedes -que llegaron al Gobierno en 2003 apoyados por  amplios sectores populares que confiaron en sus promesas de cambio- entendieron que los periodistas solamente tenemos la obligación de rendir cuentas a la sociedad y a nuestras audiencias, pero no a ningún poder político que pretenda silenciarnos? ¿En qué momento comprendieron que la necesidad de una libre y plural deliberación social es clave para construir y fortalecer la democracia?

¿Ya olvidaron sus  amenazas de enjuiciar a los diarios que investigaron y denunciaron ciertos misteriosos financiamientos para sus campañas electorales? ¿No recuerdan cómo intentaron amedrentarnos e intimidarnos de muchas maneras, por ejemplo, filtrando una ‘lista de enemigos del Gobierno’ donde aparecían  periodistas, o enviando gente para que interfiriera la señal de  radios “opositoras”?

Ustedes, los oscuros, ¿qué les hace pensar que ahora confiamos en su solidaridad? Hemos vivido muchos momentos difíciles y no hemos pedido su apoyo. No, gracias.