Los tops de la literatura juvenil e infantil en 2006

"El Quijote ha marcado una moda en los libros", declaró la gerente editorial de Ediciones SM, Elsa Aguiar al referirse a la tendencia de aumento de ventas de El Quijote con motivo de su IV Centenario. La fantasía también sigue siendo una de las grandes apuestas de los niños y jóvenes, con más de 300.000 ejemplares vendidos, según destapa en el anuario, la directora de la revista Clij, María Victoria Fernández.

Según el informe, las ventas de libros para niños y jóvenes descendieron un 3,3 por ciento en 2006, aunque su facturación aumentó un 2,6 por ciento respecto al ejercicio anterior, debido al incremento del precio medio de cada ejemplar (7,08 euros).

Asimismo, apunta que este tipo de literatura superó el máximo histórico de 55 millones de ejemplares producidos, lo que supuso casi el doble de crecimiento respecto a la producción editorial general que aumentó un 3,5 por ciento en 2006. Un aumento que choca con el dato de que "uno de cada tres ejemplares se quedan sin vender", dijo Aguiar.

Editados 12.000 títulos

Los datos arrojan que la facturación de la literatura infantil y juvenil supuso el 9,6 por ciento del total del sector editorial, siendo los textos universitarios y de literatura para adultos los de mayor venta. Además, se editaron cerca de 12.000 títulos, lo que supuso un incremento del 10 por ciento con respecto a 2005.

Es el cuarto anuario que edita SM, junto a expertos que recopilan e interpretan los datos para analizar la salud del sector. El informe contiene artículos en los que se documenta la marcha y tendencias del sector por medio de estudios y encuestas, y recoge además un monográfico dedicado a la lectura en la escuela.

"Lo más importante de la literatura infantil y juvenil está en el anuario", destacó Aguiar, quien además comentó que el próximo año "tendremos una perspectiva más interesante, porque podremos analizar la evolución del sector, al cumplirse diez años desde que tenemos datos".

Lectura en la escuela

En el monográfico del anuario se pone el acento sobre la lectura en la escuela. Según los datos, en el último año, un 54,5 por ciento de los profesores de primaria no fueron a la biblioteca y un 43,5 por ciento no visitaron una librería en el mismo período de tiempo. "No atribuyo responsabilidades pero si el profesor no tiene un hábito lector, no va a provocarlo en sus alumnos", manifestó el psicólogo educativo y autor del monográfico, Felipe Romero.

"No hay un estándar ni responsables para seleccionar las lecturas de los niños", declaró Romero, quien además destaca que la elección de los libros que leerán los alumnos se hace generalmente en base a la publicidad de los mismos, las recomendaciones de otros profesores y a la facilidad de acceso en las librerías. El psicólogo defiende que en lugar de estas prioridades, la elección se haga en base a "la calidad literaria".