Anuncian una semana de movilizaciones en contra del Gobierno de Ecuador

Mesías Tatamuz, presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedocut) e integrante del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), dijo a Efe que las manifestaciones comenzarán el martes, con una jornada de resistencia protagonizada por los servidores públicos.

   Tatamuez no descartó que en la jornada de resistencia se paralicen actividades, pese a que ello se prohíbe explícitamente en la Constitución.

   Sin embargo, el dirigente sindical aseguró que también en la Constitución se reconoce el "derecho a la resistencia", en el que se ampararán para manifestarse en contra de algunas políticas económicas y, en concreto, contra un decreto presidencial que limita la contratación colectiva.

   Tatamuez no especificó qué otras acciones podrían adoptarse el próximo martes pues, según indicó, quieren "saber sobre la iniciativa que tengan los trabajadores", lo que convierte también a la jornada del próximo 28 de julio en una de prueba interna sobre la capacidad de protesta de los sindicatos.

  Señaló que le interesa saber cuál "es la iniciativa, creatividad y conocer hasta dónde están dispuestos (las bases para) una verdadera pelea a través de una resistencia".

   Aclaró que la del próximo martes no será una medida aislada sino un escalón más en la preparación de otras acciones concretas para protestar contra el Gobierno con el que ya han tenido diálogos, pero del que reclaman que respete lo planteado en las discusiones.

   Tatamuez apuntó que los sindicatos exigen "respeto a la estabilidad laboral, a la libre organización y a la contratación colectiva".

   El dirigente sindical detalló que las manifestaciones que comienzan el martes con el sector público como protagonista, continúan el miércoles con los integrantes de la Unión Nacional de Educadores (UNE) y siguen el jueves con representantes de las universidades y estudiantes.

   Destacó la importancia de la "unidad" de los sectores sociales y del "dialogo social y la concertación" y fue enfático en asegurar que no aceptarán "más prepotencia ni la violación a los derechos laborales".