El calor no arredró a los habaneros, casi sin excepción vestidos de blanco, como había pedido el propio Juanes, pero sí produjo numerosos desmayos incluso antes de que comenzara el concierto, a las dos de la tarde, cuando más calentaba el sol en el verano habanero.
El concierto comenzó sin ningún presentador, para dar paso directamente a los quince artistas que cantarán para un público que raramente tiene ocasión de ver a artistas internacionales.
Entre el público eran visibles sobre todo adolescentes y jóvenes, muchos llegados en autobuses desde todos los rincones de la isla, tan apretados que incluso Olga Tañón tuvo que pedirles que no se empujaran y respetaran las torres de sonido y las plataformas donde se ubican los fotógrafos.
El espectáculo despertó una expectación inédita en Cuba, hasta el punto de que numerosos medios, principalmente latinos, desplazaron equipos para la cobertura exclusiva del evento, que se suman a los 160 periodistas ya acreditados en La Habana.
En el concierto, que está previsto termine en torno a las 19.00 hora local (23.00 GMT), se han ido alternando cantantes melódicos con otros más rítmicos, para finalmente dar paso a Juanes y, tras él, a los Van Van que con su "salsa dura" cerrarán la fiesta.
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