Según la Presidencia de la República, la movilización convocada por la Conaie quedó suspendida, luego de la reunión que mantuvo la organización con el presidente Rafael Correa, en el Palacio de Gobierno.
Esta misma fuente informó que “tras seis horas de diálogo, el vicepresidente de la República, Lenin Moreno, y la dirigencia indigencia de la Conaie firmaron el acuerdo contenido en seis puntos”.
Se acordó “institucionalizar el diálogo permanente” y articularlo a través de una comisión de alto nivel y el Gobierno; fortalecer la educación intercultural bilingüe y sus autoridades; conformar una Comisión Mixta para construir consensos sobre la Ley de Aguas y encargar a la Comisión de la Verdad la investigación de la muerte de Bosco Wizuma.
Por último, el Gobierno se compromete a “analizar las reformas a la Ley de Minería, a presentarse por la Conaie, para lo cual se creará una comisión de análisis conformada por ambas partes”.
El comunicado de marras precisa que “el decreto Ejecutivo que formaliza el acuerdo será firmado por el Primer Mandatario, en los próximos días”.
Por primera vez hubo críticas directas al Mandatario, cara a cara, incluso utilizando sus frases y sus afirmaciones anteriores, ante las que éste quedó descolocado. Esta reunión del 5 de octubre podría marcar un antes y un después para el régimen.
Los pueblos indígenas demostraron que la firmeza e intransigencia pueden obligar a Correa no sólo a oír las razones de otros, sino también a cambiar su propia conducta. El miedo, por fin, acaba de perder una batalla.
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