La NASA estrena el cohete que devolverá al hombre a la Luna

El corto vuelo de prueba suborbital duró dos minutos, en los cuales cientos de sensores midieron las capacidades en vuelo del nuevo cohete, que mide cien metros de altura, lo que le convierte en el más largo del mundo. El despegue se produjo a las 16.30 hora española y fue retransmitido en directo por algunas cadenas estadounidenses.

   Superados los problemas de nubes, lluvia y viento que obligaron a aplazar el lanzamiento previsto inicialmente para el martes, la buena visibilidad que reinaba en el Centro Espacial Kennedy permitió que el cohete pudiera ser seguido en imagen directa durante los aproximadamente 120 segundos que duró su vuelo, y que finalizó con el apagado de los motores, y su fragmentación en al menos dos partes, antes de precipitarse al Océano Atlántico en un lento descenso amortiguado por paracaidas.

   "El aprendizaje más valioso se obtiene mediante la experiencia y la observación", declaró tras la prueba Bob ESS, manager de la misión Ares I-X. "Pruebas como esta, del papel al vuelo, resultan vitales para profundizar en la comprensión del cohete, del diseño al desarrollo".