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Doce personas murieron y 31 resultaron heridas el jueves en un par de ataques a tiros en la base del ejército estadounidense en Fort Hood, Texas, informaron voceros de esa fuerza militar.
El ejército dijo que uno de los atacantes fue muerto y otros dos aprehendidos, todos soldados estadounidenses, dijo el teniente general Bob Cone en una conferencia de prensa.
El teniente coronel Nathan Banks, vocero del ejército en el Pentágono, en Washington, dijo que el primer incidente estalló a la 1.30 de la tarde en un centro de procesamiento de personal en la enorme base militar. El segundo fue en una sala de teatro.
De inmediato no se divulgó información sobre la identidad de las víctimas.
El vocero dijo que era demasiado temprano como para especular sobre si se trató de soldados estresados por la guerra. El ejército estadounidense sufre de una cifra récord de suicidios y de otros síntomas de trauma de tropas que regresan de las guerras en Irak y Afganistán.
El sitio de internet del ejército había informado anteriormente que "efectivo inmediatamente, Fort Hood está cerrado" y que las todas las unidades de la base habían sido acuarteladas y habían recibido órdenes de confirmar la presencia de la tropa.
El sitio en internet indica: "Esto no es un simulacro, es una situación de emergencia".
Fort Hood está ubicado en el centro de Texas, entre Austin y Waco.
En la Casa Blanca, el secretario de prensa Robert Gibbs informó que el presidente Barack Obama está al tanto de los hechos y monitoreándolos en el Salón de Situaciones de Emergencia
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