Señal oficial

Mientras se debatía en la Asamblea Nacional el proyecto de Ley de Comunicación fue suspendida la programación de Teleamazonas por tres días, en virtud de una inoportuna e ilegal resolución de la Superintendencia de Telecomunicaciones. 

La sanción al canal, según la Superintendencia, fue por la transmisión de una protesta de los habitantes de isla Puná, contra trabajos de prospección para encontrar gas natural.

Es ilegal el cierre del canal, por cuanto legalmente éste dispone de tres días para aclarar, ampliar o apelar la resolución ante el Conartel. Sin dudas, la resolución obedece a presiones del Gobierno, y en particular de su jefe. Basta repasar sus últimas sabatinas, para constatar su determinación de “poner en cintura” a los medios de comunicación independientes. Una vendetta que pone al descubierto cómo habrá de actuar el Ejecutivo de ahora en lo adelante.

Es también un claro mensaje a los asambleístas del oficialismo y la oposición, sobre qué tipo de Ley es la que requiere esto que se ha dado en llamar “revolución ciudadana”. Y que los acuerdos firmados y apaciguamientos a la oposición, para los inquilinos de Carondelet carecen de relevancia.

Ya vendrá alguna cadena explicativa, en la que por arte de la magia de su costosa propaganda los lobos aparecerán como corderos. Muy a tono con la manera torcida que sus personeros tienen de entender la Navidad. En lugar de celebrar el advenimiento de una posibilidad de paz y entendimiento, festejan lo que suponen una derrota de sus adversarios. Así son las cosas en el nuevo Ecuador.