Rojas-Marcos: "Hemos pasado del Urbanismo bajo sospecha al Urbanismo bajo condena"

Alejandro Rojas-Marcos, alcalde de Sevilla desde 1991 a 1995, cerró ayer el ciclo de los Aperitivos de La Raza dedicado a "30 años de ayuntamientos democráticos: la evolución de la ciudad", y en el que han participado anteriormente Luis Uruñuela, Manuel del Valle y Soledad Becerril. Tras ser presentado por Pedro Sánchez-Cuerda, director de explotación del Grupo La Raza, Rojas-Marcos quiso dejar claro que no iba a centrarse en su etapa de alcalde y que evitaría cualquier alusión tanto al actual mandatario sevillano, Alfredo Sánchez Monteseirín, como a los otros ex alcaldes que han participado en este ciclo. Y cumplió su palabra saliendo por la tangente a las numerosas preguntas sobre el estado de la ciudad. Su discurso giró en torno a el futuro de la ciudad en un mund globalizado, un futuro para el que valoró la identidad y la imagen de la ciudad de Sevilla, "que es todo una cañón", lo que hay que aprovechar para relanzarla tanto en el mundo de las artes, la historia o la cultura. Afirmó qie la crisis ha sido un aldabonazo al sistema y que todo va a cambiar a partir de ahora, pese a la resistencia de algunas fuerza económicas.

Rojas-Marcos afrima que entiende la política como la vanguardia de la acción, "hay otros que siempre están en la retaguardia para durar lo máximo posible", y apostó porque Andalucía recuperara el protagonismo en la sociedad española, un portagonismo, que, dijo, "ha ido perdiendo por la continuidad demasiados años de los mismos gobernantes". Este continuismo político no quiso centrarlo en los treinta años de Gobierno socialista, sino en los dos partidos mayoritarios, "yo propugno la alternancia, aunque la alternancia no es el alterne". Asímismo abogó por un cambio en el sistema electoral hacia las listas abiertas, e hizo un somero repaso de sus años en el Ayuntamiento sevillano, como alcalde en el periodo 1991-95, y como primer teniente de alcalde en el Gobierno de Soledad Becerril, entre 1995 y 1999. Precisamente fue a Soledad a la que, aludiendo al frustrado pacto de gobierno con el PP, en 1999, dedicó sus más mordaces críticas -"a doña Sole le falta un hervor"- centrando en su persona la negativa a haberse firmado el pacto "con el que tanto Aznar, como Arenas y Teófila Martínez estaban de acuerdo".

Eso sí, criticó el lema de "urbanismo bajo sospecha" que difundió el PSOE durante la campaña a la municipales en alusión al Partido Andalucista, afirmando que "entonces había uns Urbanismo bajo sospecha, ahora hay un Urbanismo bajo condena". Y se mostró confiado en que la candidata andalucista, Pilar González, pueda recuperar el espacio político perdido en los anteriores comicios, restándole importancia a la subida que las encuesta le dan a UPyD.

Tras recordar los hechos acaecidios y sus vivencia el 23-F de 1981, cuano él era diputado en el Congreso, "no me es grato recordar aquello y prefiero no ver videos y películas del golpe de Estado. Eso sí, siempre me he preguntado si los diputados que estábamos allí no podríamos haber hecho más de lo que hicimos entonces" le dio un repaso a la ciudad de la que dijo que "en Sevilla hay una inflación de personajillos, no de personajes de entidad, sino personajillos que salen en todas la fotos".